Soñaron con socializar beneficios, expropiar tierras, nacionalizar 
industrias esenciales, universalizar la Educación, la Sanidad y la 
Cultura, limitar la propiedad privada... Lo venían imaginando 
desde décadas antes, pero nuestros mayores sólo fueron detenidos, 
torturados y asesinados cuando comenzaron a convertir el sueño en 
realidad, cuando quisieron acabar con los privilegios centenarios de una
 clase hasta entonces dominante. Hoy, 80 años después, nosotr@s sus 
descendientes del XXI sabemos que por mucho que queramos revestir la 
verdad con adornos postmodernistas y disfrazarla con ropajes 
realpolitiks, sólo nos resta un camino, el de regresar --a pesar de que
 nos tilden de fósiles inadaptados-- a las ideas esenciales del XIX: 
Socializar, Expropiar, Nacionalizar, Universalizar, Limitar... Como 
ellos, muchos de nosotr@s nos atrevemos a soñar con esas mágicas palabras. Pero 
el [im]posibilismo derrotista, la obsesión consumista, la alienante tecnología y 
los medios cómplices (todos) han castrado nuestra suave rebeldía. 
¿Llegará el día en el que alguna generación venidera haga realidad los 
sueños de nuestros ancestros?

Republicanos condenados a muerte por sus ideas marchan camino del paredón custodiados por sus verdugos fascistas. Agosto de 1936. Imagen de "Iberfoto".
1 comentario:
Hasta el momento sí, fue la última. Pero nunca olvidaré el enorme cartel luminoso que, hace años, pude contemplar emocionado al aterrizar por la noche en La Habana: "Aquí no se rinde nadie". Pues eso.
Salud!
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