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martes, 3 de febrero de 2015

Robar, saquear, expoliar y luego matar, para no dejar huellas: La Memoria al servicio de la Justicia. Día 34

Encerraban los fascistas en la cárcel de Laviana a todos los presos y presas republicanos y antifranquistas del partido judicial de Caso, Sobrescobio, Laviana, San Martín del Rey Aurelio y Langreo. En este lugar asturiano de exterminio, hombres y mujeres por igual, maestros, periodistas, sindicalistas, concejales, alcaldes, militantes de partidos de izquierda, anarquistas, masones, esperantistas... eran apaleados, torturados, violados y asesinados. Era tanta la indefensión de los presos y tanta la prepotencia e impunidad de los golpistas que la extorsión y el chantaje a los prisioneros y las prisioneras se convirtió en práctica habitual entre falangistas, regulares y guardianes militares y civiles. Los sublevados exigían dinero a sus víctimas e incluso les pedían que a cambio de su vida traspasaran la titularidad de sus posesiones a nombre de sus carceleros, pero tras conseguirlo las liquidaban. Una de ellas fue Rosario, la del Prau Nuevu, que fue asesinada tras el pago del rescate en metálico (ver http://historiaymemoriadelvalledelnalon.blogspot.com.es/2013/05/mujeres-en-la-carcel-de-laviana.html), lo que acabó por ocasionar la reacción de las autoridades franquistas, las cuales terminaron por detener y condenar a dos de esos bárbaros, más no por la magnitud de sus crímenes, si no por el enriquecimiento oculto y no compartido de los guardianes con sus jefes. Todos querían sacar tajada, expoliar las tierras de sus vecinos, modificar a su nombre las anotaciones en los registros, robar, saquear y matar. Muchos lo consiguieron y tras 80 años de olvido, en Asturias y en muchísimos lugares del Estado español aún prevalece la injusticia.

Cárcel de Laviana, Asturias. 1940.

Presas republicanas en la Cárcel de Laviana, custodiadas por un regular marroquí.