Las cárceles franquistas aniquilaron las vidas y los espíritus de cientos de miles de españoles libres, republicanos y antifascistas. Las torturas, los malos tratos, las condenas a muerte o los asesinatos extrajudiciales minaron la moral y la cohesión de los recluidos, que sufrieron un auténtico infierno padeciendo el fusilamiento de 195.000 de ellos. El pavor a la muerte, la resignación y el abatimiento se extendieron por todos los centros de detención, que también vieron como las delaciones y chivateos por parte de los más pusilánimes o de los más aterrados sirvieron para aumentar las condenas o mandar al paredón de fusilamiento a los prisioneros que estaban más implicados políticamente. Las purgas y ejecuciones de altos y medios funcionarios, concejales, diputados, afiliados y cargos directivos de partidos políticos y sindicatos acabaron por destruir la mínima cohesión que aún pudieran haber conservado estas organizaciones con su derrota tras la guerra civil. Con los asesinatos y la sangrienta represión en el interior y con el exilio al exterior de muchos de los cuadros dirigentes, la actividad del PSOE (Partido Socialista Obrero Español), de IR (Izquierda Republicana), de Unión Repúblicana (UR), de Ezquerra Republicana de Cataluña (ERC), del Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM), de la Unión General de TRabajadores (UGT), de la anarquista CNT y de otros partidos y organizaciones desapareció de raiz. Los mínimos intentos por reconstruir las estructuras fueron eliminados sin piedad (recuerdese el caso del fusilamiento el 5 de agosto de 1939, de las "Trece Rosas" madrileñas y de sus 43 compañeros de las JSU tras su intento de reorganización).
En los primeros 20 años de ferrea dictadura y tras el exterminio de los cuadros de los partidos antes mencionados, sólo una organización se atrevió a desafiar --tímidamente-- a los crueles vencedores franquistas, tanto desde el interior de las cárceles y prisiones como desde las calles y plazas de pueblos y ciudades. El Partido Comunista (PCE) , que fue minoritario durante la República y que consiguió exclusivamente el 5% de los diputados en las elecciones generales de febrero de 1936, consiguió rehabilitar desde las cárceles y prisiones algunos comités, células y radios (agrupación de células), que comenzaron la Resistencia al franquismo de una manera discreta, modesta, prudente y carente de recursos. En la mayoría de las ocasiones, esta resistencia se limitaba a adoptar posturas testimoniales frente a hechos puntuales en la vida del interior de los centros penitenciarios (formación de pequeños grupúsculos cohesionados de militantes, rechazo y presión a delatores y colaboracionistas, conatos de pequeñas huelgas o plantes contra régimenes carcelarios severos, etc., etc.). Pero en la práctica, la resistencia al franquismo sólo era visible cuando los organizados elaboraban de forma subrepticia pintadas, pasquines, panfletos o incluso hojillas y periódicos clandestinos. Uno de estos periódicos, un ejemplar único con un sólo número, se llamó "Muro" y fue manuscrito a escondidas y con grave peligro para sus autores por varios presos de la durísima Prisión de Burgos en agosto de 1961. En 1963 fue reproducido como facsímil en Buenos Aires por la "Organización para la Amnistía General en España y Portugal", que desde la distancia prestaba apoyo a los exiliados y a los presos, y en 2007 fue reeditado por Félix Pérez Ruiz de Valbuena.
Uno de los presos que se encargó de la realización del ejemplar único de "Muro" fue Marcos Ana, pseudónimo, alias o nombre de guerra, o de poesía, de Fernando Macarro Castillo (causa nº 120.967). Marcos, aún vivo hoy en julio de 2008, fue y es el más antiguo de los presos políticos españoles del franquismo. Fue detenido en 1939, al terminar la guerra civil, y aún continuaba detenido en agosto de 1961, cuando se imprimió "Muro". Marcos Ana comenzó su particular via crucis penitenciario en los campos de concentración de "Los Almendros" y "Albatera". Pasó por las cárceles de Porlier y Conde de Toreno, por los penales de Ocaña y Alcalá de Henares y por la Prisión Central de Burgos. Destacó entre sus compañeros al hacerse responsable de pasquines que circulaban por las prisiones en los que se alentaba a resistir a los presos, por lo que fue condenado por dos veces a muerte en Consejo de Guerra. Su carácter combativo le llevó a ser objeto de dura represión durante su tiempo en prisión, con frecuentes palizas y reiterados periodos de incomunicación. Formó grupos organizados e incluso un diario clandestino llamado "Juventud". En 1943 fue nuevamente procesado en la cárcel por haber participado en la confección de un periódico manuscrito destinado a conmemorar la fiesta del 1º de mayo en la prisión. Por este "delito", que en casos semejantes se sancionaba con dos meses en celdas de castigo, a Marcos Ana se le torturó bárbaramente y se le impuso otra pena añadida de otros 30 años de reclusión mayor. Su afición a la lectura se inició con antiguos libros que circulaban por el penal de obras autorizadas de clásicos españoles y otras --pohibidas-- de autors como Alberti, Miguel Hernández y Lorca, gracias a una tupida red de libros clandestinos que se estableció en la prisión cuando se relajaron las medidas contra los presos a partir de 1950. A mediados de esa década fue cuando comenzó a escribir sus primeros poemas bajo el seudónimo de Marcos Ana que, escondidos, consiguieron salir al exterior y conocerse por muchos opositores al régimen. Su poesía desgarradora animaba a combatir la dictadura con la palabra y hacía un llamamiento a la liberación de los presos políticos. Su obra llegó hasta muchos intelectuales españoles exiliados y la organización Amnistía Internacional, que presionaron para su liberación, concedida condicionalmente en noviembre de 1961. Marcos Ana aprovechó para exiliarse a Francia donde residió hasta su regreso tras la muerte del dictador (para más detalles ver http://es.wikipedia.org/wiki/Fernando_Macarro_Castillo y http://www.marcos-ana.com/)
Al ejemplar único de "Muro" y a más periódicos antifranquistas clandestinos elaborados en el interior de las prisiones se puede acceder desde la Biblioteca Virtual de Prensa Histórica del Ministerio de Cultura español, cuyo enlace figura en la columna de la derecha de este mismo blog http://prensahistorica.mcu.es/, sólo con introducir los criterio "prisión" y "penal" en los campos de búsqueda. Así nos aparecerán resultados como "Muro" (ver su pdf en http://prensahistorica.mcu.es/es/catalogo_imagenes/grupo.cmd?path=505083904&ocultarCabecera=S), "Juventud" (ver su pdf en http://prensahistorica.mcu.es/es/catalogo_imagenes/grupo.cmd?path=503090852&ocultarCabecera=S), varios ejemplares del "Mundo Obrero" local de la Prisión provincial de Sevilla de 1947 y 1948 (ver http://prensahistorica.mcu.es/es/periodicos/serie.cmd?tipoRegistro=HOL&idRegistro=4567), varios ejemplares del "Mundo Obrero" local de la Prisión de Burgos de 1947 y 1949 (ver http://prensahistorica.mcu.es/es/periodicos/serie.cmd?tipoRegistro=HOL&idRegistro=4601) o un Boletín interno de 1947 del comité local del PCE en el penal de Burgos (ver http://prensahistorica.mcu.es/es/catalogo_imagenes/grupo.cmd?path=503091126&ocultarCabecera=S).
Algunas de las poesías de Marcos Ana ("...Decidme cómo es un árbol, decidme el canto de un río....") y de otros compañeros de celda y prisión, figuraban en ese número único, manuscrito y autógrafo de "Muro", que hoy traigo completo aquí, pidiendoos disculpas anticipadas si os parece que es excesiva la larga ristra de ficheros gráficos. Mas pienso que es de justicia y que merece la pena su lectura reposada. Sus páginas nos hablan de Injusticia, de Resistencia y de Dignidad.
En los primeros 20 años de ferrea dictadura y tras el exterminio de los cuadros de los partidos antes mencionados, sólo una organización se atrevió a desafiar --tímidamente-- a los crueles vencedores franquistas, tanto desde el interior de las cárceles y prisiones como desde las calles y plazas de pueblos y ciudades. El Partido Comunista (PCE) , que fue minoritario durante la República y que consiguió exclusivamente el 5% de los diputados en las elecciones generales de febrero de 1936, consiguió rehabilitar desde las cárceles y prisiones algunos comités, células y radios (agrupación de células), que comenzaron la Resistencia al franquismo de una manera discreta, modesta, prudente y carente de recursos. En la mayoría de las ocasiones, esta resistencia se limitaba a adoptar posturas testimoniales frente a hechos puntuales en la vida del interior de los centros penitenciarios (formación de pequeños grupúsculos cohesionados de militantes, rechazo y presión a delatores y colaboracionistas, conatos de pequeñas huelgas o plantes contra régimenes carcelarios severos, etc., etc.). Pero en la práctica, la resistencia al franquismo sólo era visible cuando los organizados elaboraban de forma subrepticia pintadas, pasquines, panfletos o incluso hojillas y periódicos clandestinos. Uno de estos periódicos, un ejemplar único con un sólo número, se llamó "Muro" y fue manuscrito a escondidas y con grave peligro para sus autores por varios presos de la durísima Prisión de Burgos en agosto de 1961. En 1963 fue reproducido como facsímil en Buenos Aires por la "Organización para la Amnistía General en España y Portugal", que desde la distancia prestaba apoyo a los exiliados y a los presos, y en 2007 fue reeditado por Félix Pérez Ruiz de Valbuena.
Uno de los presos que se encargó de la realización del ejemplar único de "Muro" fue Marcos Ana, pseudónimo, alias o nombre de guerra, o de poesía, de Fernando Macarro Castillo (causa nº 120.967). Marcos, aún vivo hoy en julio de 2008, fue y es el más antiguo de los presos políticos españoles del franquismo. Fue detenido en 1939, al terminar la guerra civil, y aún continuaba detenido en agosto de 1961, cuando se imprimió "Muro". Marcos Ana comenzó su particular via crucis penitenciario en los campos de concentración de "Los Almendros" y "Albatera". Pasó por las cárceles de Porlier y Conde de Toreno, por los penales de Ocaña y Alcalá de Henares y por la Prisión Central de Burgos. Destacó entre sus compañeros al hacerse responsable de pasquines que circulaban por las prisiones en los que se alentaba a resistir a los presos, por lo que fue condenado por dos veces a muerte en Consejo de Guerra. Su carácter combativo le llevó a ser objeto de dura represión durante su tiempo en prisión, con frecuentes palizas y reiterados periodos de incomunicación. Formó grupos organizados e incluso un diario clandestino llamado "Juventud". En 1943 fue nuevamente procesado en la cárcel por haber participado en la confección de un periódico manuscrito destinado a conmemorar la fiesta del 1º de mayo en la prisión. Por este "delito", que en casos semejantes se sancionaba con dos meses en celdas de castigo, a Marcos Ana se le torturó bárbaramente y se le impuso otra pena añadida de otros 30 años de reclusión mayor. Su afición a la lectura se inició con antiguos libros que circulaban por el penal de obras autorizadas de clásicos españoles y otras --pohibidas-- de autors como Alberti, Miguel Hernández y Lorca, gracias a una tupida red de libros clandestinos que se estableció en la prisión cuando se relajaron las medidas contra los presos a partir de 1950. A mediados de esa década fue cuando comenzó a escribir sus primeros poemas bajo el seudónimo de Marcos Ana que, escondidos, consiguieron salir al exterior y conocerse por muchos opositores al régimen. Su poesía desgarradora animaba a combatir la dictadura con la palabra y hacía un llamamiento a la liberación de los presos políticos. Su obra llegó hasta muchos intelectuales españoles exiliados y la organización Amnistía Internacional, que presionaron para su liberación, concedida condicionalmente en noviembre de 1961. Marcos Ana aprovechó para exiliarse a Francia donde residió hasta su regreso tras la muerte del dictador (para más detalles ver http://es.wikipedia.org/wiki/Fernando_Macarro_Castillo y http://www.marcos-ana.com/)
Al ejemplar único de "Muro" y a más periódicos antifranquistas clandestinos elaborados en el interior de las prisiones se puede acceder desde la Biblioteca Virtual de Prensa Histórica del Ministerio de Cultura español, cuyo enlace figura en la columna de la derecha de este mismo blog http://prensahistorica.mcu.es/, sólo con introducir los criterio "prisión" y "penal" en los campos de búsqueda. Así nos aparecerán resultados como "Muro" (ver su pdf en http://prensahistorica.mcu.es/es/catalogo_imagenes/grupo.cmd?path=505083904&ocultarCabecera=S), "Juventud" (ver su pdf en http://prensahistorica.mcu.es/es/catalogo_imagenes/grupo.cmd?path=503090852&ocultarCabecera=S), varios ejemplares del "Mundo Obrero" local de la Prisión provincial de Sevilla de 1947 y 1948 (ver http://prensahistorica.mcu.es/es/periodicos/serie.cmd?tipoRegistro=HOL&idRegistro=4567), varios ejemplares del "Mundo Obrero" local de la Prisión de Burgos de 1947 y 1949 (ver http://prensahistorica.mcu.es/es/periodicos/serie.cmd?tipoRegistro=HOL&idRegistro=4601) o un Boletín interno de 1947 del comité local del PCE en el penal de Burgos (ver http://prensahistorica.mcu.es/es/catalogo_imagenes/grupo.cmd?path=503091126&ocultarCabecera=S).
Algunas de las poesías de Marcos Ana ("...Decidme cómo es un árbol, decidme el canto de un río....") y de otros compañeros de celda y prisión, figuraban en ese número único, manuscrito y autógrafo de "Muro", que hoy traigo completo aquí, pidiendoos disculpas anticipadas si os parece que es excesiva la larga ristra de ficheros gráficos. Mas pienso que es de justicia y que merece la pena su lectura reposada. Sus páginas nos hablan de Injusticia, de Resistencia y de Dignidad.
2 comentarios:
Paco, no me he podido parar a leer el manuscrito, por que tengo poco tiempo. Salgo de viaje.
Pero si me he detenido a leer la carta de la niña. Es tremendamente desgarradora. Y un documento fascinante a la vez. Esa carta representa en sí misma una época de sufrimiento, represión, enfermedad, incultura, tortura, perdida de la inocencia...
Bueno, a ver si tengo un ratillo relajado y me pongo con el resto del documento, que bien merece la pena leerlo detenidamente.
Un abrazo.
Desde aquí, secundo la propuesta de la Universidad de Granada para la concesión del principe de Asturias de la Concordia a Marcos Ana, propuesta que se publica en la prensa de hoy 27 de enero de 2009. Para mí, para nosotros, sería motivo de orgullo y causa de una enorme emoción que se concediera el galardón a Marcos, el Hombre Bueno. Debiéramos mostrar públicamente nuestro apoyo a la propuesta de la Universidad a través de un foro o sitio que concentrara los apoyos. ¿Puede ser retomada esta propuesta y mi sugerencia, en las páginas y blogs sobre Marcos y sobre la RMH de Eva y Tomás, en este Foro de Valdenoceda, en la del Museo de la Memoria Republicana, en la página memoriaylibertad.org, en el blog "Todos Los Rostros", etc., etc.? ¿Qué os parece?
http://www.laopiniondegranada.es/secciones/noticia.jsp?pRef=2009012700_28_101851__Cultura-
Proponen-Marcos-para-Principe-Asturias
La Universidad de Granada aprueba presentar la candidatura del poeta salmantino, víctima del franquismo, al premio a la Concordia.
J.P. El poeta Marcos Ana nacido en 1920 en la pedanía de San Vicente, del municipio de Alconada (Salamanca), puede presumir de madrina de lujo. Probablemente su lucha constante contra la dictadura y sus más de 20 años de penitencia en oscuras celdas franquistas bien lo merecen. El caso es que la Universidad de Granada ha apostado por su causa y aprobó ayer, a través de su Consejo de Gobierno, presentar la candidatura de este literato, símbolo de la cultura antifranquista, al premio Príncipe de Asturias de la concordia en su edición de 2009.
El campus granadino quiere reconocer de esta manera la tenacidad en la lucha por las libertades de este hombre de 88 años, que pasó más de 20 años en prisión por defender sus ideales y al que, por el mismo motivo, le fue ‘robada’ buena parte de su juventud y de su vida. Lo cierto es que su vida da para escribir una novela –ha publicado su biografía– e incluso para hacer una película –Así lo quiere hacer Pedro Almodóvar–.
Fernando Macarro Castillo – el seudónimo de Marcos Ana es el resultante de juntar los nombres de sus padres– se crió en el seno de una familia muy humilde y profundamente católica. Con quince años se afilió a las Juventudes Socialistas Unificadas (JSU) y abandonó la religión. En julio de 1936 marchó al frente, pero le devolvieron a casa por ser menor de edad. Se incorporó finalmente en 1938 llegando a ser comisario político del partido comunista.
Al acabar la guerra fue encarcelado y torturado. Se le juzgó en dos ocasiones y las dos salió con condena de muerte. Cumplió casi 23 años de prisión. En la cárcel comenzó a escribir poemas firmando como Marcos Ana. Fue indultado en 1961. Ya libre, marchó a Francia e intentó recuperar el tiempo perdido. Se dedicó a viajar por todo el mundo convertido en un símbolo de la solidaridad internacional y de la lucha antifranquista. Regresó a España con la amnistía de 1976.
En el periodo democrático ha continuado muy activo dentro del Partido Comunista del que ha sido candidato al Congreso de los Diputados y en el que ha ocupado distintas responsabilidades, como la de solidaridad internacional. Creación entre rejas. Buena parte de su obra fue escrita durante sus dos décadas de reclusión. De dicha época destacan, por ejemplo, ‘Poemas desde la cárcel’, que concluyó en 1960, junto un año antes de recibir el indulto. Este trabajo fue publicado en Brasil.
Tres años más tardes salió a la calle su siguiente trabajo, claramente reivindicativo: ‘España a tres voces’, que se publicó en Argentina. De su obra más reciente destaca ‘Decidme cómo es un árbol’ (2007), la autobiografía de una vida llena de penurias pero, al mismo tiempo, apasionante.
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