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sábado, 14 de marzo de 2015

Comercios, viviendas, colegios, institutos, edificios de uso público en el Madrid de hoy, eran hace 75 años las fábricas de muerte de la dictadura franquista: La Memoria al servicio de la Justicia. Día 72

En el último año de los 30 y durante toda la década de los 40 era Madrid una inmensa prisión. Decenas de centros de detención, interrogatorio y tortura; 10 campos de concentración; más de 35 juntas de clasificación y depuración; 15 comisarías de distrito; 10 cuarteles de la Guardia Civil; 10 delegaciones de distrito de Falange; muchos tribunales y juzgados; cementerios... Y cárceles, más de 20 cárceles. Decenas y decenas de miles de  mujeres y hombres pasaron por alguno estos sitios, muchos para ser asesinados en su interior y otros muchos para ser maltratados y recluidos en ellos durante meses y años. 75 años después, en estos aciagos tiempos de olvido y desmemoria, los modernos urbanitas de la capital vuelven la espalda a aquel criminal pasado e ignoran que el injusto presente del que abominan es su directo heredero. Pero bueno es refrescarles la memoria y dar las pistas necesarias para geolocalizar estos lugares de muerte. Quizás a partir de hoy y cuando caminen con prisas por las calles de su ciudad, los madrileños aparquen durante un instante la aceleración vital que suele caracterizarles, despeguen la vista de su dispositivo móvil, miren a su alrededor y cuando encuentren que se hallan ante uno de estos altares en los que la Libertad y sus defensores fueron sacrificados, musiten una plegaria o mascullen un verso en homenaje a los allí secuestrados y caídos. Pueden entonces hacerlo cuando estén en...

Calle Marqués de Mondéjar, números del 16 al 22. Allí estaba la Prisión Central de Madres Lactantes de Ventas, instalada entre 1945 y 1960 en un pequeño rincón del ala sudoeste de la cárcel de mujeres de Ventas.

Ronda de Atocha, número 27. Fue antes y después de ser Prisión de Atocha el Colegio de los Salesianos de la Ronda de Atocha.

Calle del Barco, 24. Allí estaba la Prisión de Barco, en el edificio que antes habían ocupado los estudios de Discos Columbia y que en la actualidad tienen uso residencial, con locales cerrados en planta baja.

Paseo de Eduardo Dato, antes calle o paseo del Cisne, número 2, Chamberí. En lo que antes era el Colegio de las Damas Negras y ahora el Colegio Blanca de Castilla y edificios residenciales, allí estaba la Prisión de Cisne.

Calle de Claudio Coello, 112. Allí, en el antiguo y actual Convento de Santo Domingo el Real y local de varios comercios, estaba la Prisión de mujeres de Claudio Coello.

Plaza de las Comendadoras. Lugar donde se ubicaba el Convento de las Comendadoras de Santiago, transformado en Prisión de las Comendadoras.

Plaza del Conde de Toreno, número 2. En lo que fue Prisión de Conde de Toreno hay en la actualidad un edificio de viviendas.

Calle del Duque de Sesto, número 9. Allí estuvo ubicada la Prisión del Duque de Sesto, en el viejo convento de los franciscanos, que ahora está ocupado por la Parroquia de San Antonio del Retiro y por dependencias parroquiales.

Manzana definida por las calles General Díaz Porlier, 58, Padilla, Conde de Peñalver y Ortega y Gasset. Tras la guerra se convirtió en la terrible Prisión Provincial de Hombres número 1, conocida como Prisión de Porlier. Con el tiempo volvió a convertirse en el Colegio Calasancio y en el Colegio Universitario Cardenal Cisneros, con unos pocos locales comerciales en alguno de sus bajos.

Carabanchel. Finca de Vista Alegre. En el antiguo reformatorio se ubicó la  Prisión de Príncipe o Príncipe de Asturias, en la actualidad Instituto de Enseñanzas Medias Puerta Bonita.

Calle Quiñónes, número 2. En el antiguo convento de Montserrat ubicaron los franquistas la Prisión de Quiñónes, como clínica psiquiátrica penitenciaria para mujeres. Actualmente es el Priorato de Santo Domingo de Silos.

Manzana definida por las calles Hortaleza, Santa Brígida y Farmacia. Donde se encontraba el antiguo colegio de San Antón, tras la victoria franquista se ubicó la Prisión de San Antón, luego colegio de los escolapios

Calle de San Lorenzo, número 20. Un antiguo colegio religioso se convirtió en la Prisión de San Lorenzo. Hoy es la Residencia Universitaria Patrocinio de San José, adscrita a la Congregación Siervas de San José.

Calle de Santa Engracia, número 142, Chamberí. Antes y después de ser la Prisión de Santa Engracia, era y sigue siendo el colegio Divina Pastora.

Carabanchel. Calle Eugenia de Montijo, número 53. En las instalaciones de un antiguo reformatorio se ubicó la Prisión de Santa Rita, más tarde Prisión Central de Trabajadores.

Conde de Peñalver, número 53, barrio de Salamanca. El antiguo convento de monjas que allí estaba se habilitó como Prisión de Torrijos. En la actualidad, el edificio es utilizado como residencia de mayores por la Fundación Dª Fausta Elorz. En su fachada hay una lápida recordando que allí escribió Miguel Hernández su “Nana de la cebolla”.

Calle Marqués de Mondéjar, números 16 y 18. Allí se localizó el terrible matadero conocido como Prisión de Ventas, muchos años después Hospital Penitenciario de mujeres y Centro Penitenciario de Maternología y Puericultura. En la actualidad hay un complejo de viviendas.

Manzana definida por las calles Juan de Vera, del Plomo y Batalla de Belchite, del barrio de las Delicias. Allí estaba la Prisión de Yeserías. Hoy es el Centro de Inserción Social “Victoria Kent”.

Carrera de San Isidro, número 5, junto al Puente de Segovia. Allí estuvo la Prisión Maternal de San Isidro. Hoy, es un edificio de viviendas en el inicio del Paseo de la Ermita del Santo.

Calle Serrano, 127. En lo que era el antiguo Instituto Escuela de Madrid se estableció la Prisión Maternal Instituto-Escuela. Luego fue ocupado por lo que hoy es Instituto Ramiro de Maeztu

Avenida de los Poblados, Carabanchel. En su solar abandonado se construyó la Prisión Provincial de Carabanchel. Cayo en desuso en épocas  juancarlistas. Tras 55 años fue derribado, para construir viviendas, oficinas y zonas verdes.
 

En resumen, comercios, viviendas, colegios, institutos, edificios de uso público... Todos en uso y sus usuarios, casi todos desmemoriados, habiendo olvidado que su plácido presente se fundamenta en un dolorosísimo pasado. Por eso y al modo latino elevo esta vieja y milenaria jaculatoria en homenaje a los muertos: “Te rogo, praeteriens, dicas sit tibi terra levis”.

Imagen propagandística fascista de un grupo de mujeres republicanas presas en una cárcel femenina franquista. Si bien algunas fuentes localizan la imagen en Madrid, las más fiables la adscriben a la Cárcel de Mujeres de Guadalajara. Fuente: memoriaguadalajara.wordpress.com


jueves, 12 de marzo de 2015

De traición en traición; el precio de la lealtad era la prisión o la muerte: La Memoria al servicio de la Justicia. Día 71

Han presenciado la huída pautada de sus dirigentes de Madrid a Valencia, de Valencia a Cataluña y de Cataluña a Francia; han visto como sus felones jefes casadistas, cenetistas y socialistas traicionaban a la República mientras pactaban con Franco y atacaban, desarmaban, encerraban y/o mataban a los últimos resistentes comunistas defensores de la legalidad; han asistido a la precipitada fuga de sus oficiales, mandos y unos pocos privilegiados y sus familias, bien por avión, o bien en barcos como el Stanbrook desde Alicante hacia Orán y al Marruecos francés. Se han sentido traicionados, abandonados, inermes... Han creído o han depositado sus esperanzas en las falsarias promesas de perdón del jefe de los golpistas. Y se han rendido, pues no les queda otra. Algunos parecen confortados por la aparente paz. Incluso la quizás probable hija de uno de ellos aparece sonriente. Piensan y creen que la larga pesadilla ha terminado. No saben que es ahora cuando empieza una interminable y obscura noche de 40 años, en la que no habrá ni indulgencia, ni compasión, ni generosidad. Muchos, muchísimos, acusados de crímenes imaginados, o de  ninguno, serán maltratados, torturados, sacados de las prisiones y asesinados. Otros, juzgados en parodias de masivos procesos y ejecutados por improvisados verdugos en sumisos pelotones que a fuerza de matar y matar sin parar reventarán de fatiga. Miles morirán por hambre, frío, avitaminosis, enfermedades ridículas de fácil cura, desamparados tras alambres de espino y muros custodiados por despiadados guardianes. Y muchos más sentirán su espíritu aniquilado tras 5, 10 ó 20 años de demoledora prisión o de trabajo en batallones disciplinarios de castigo para soldados republicanos.

Los presiento tensos pero aliviados, junto a Atocha, en Madrid, casi en el mismo punto espacial que reflejé en la entrada de este blog que dediqué a la llegada de presos a la avenida Ciudad de Barcelona, en su intersección con la estación de tren y el Paseo de Santa Isabel. He podido localizar con más o menos fortuna el lugar quizás exacto desde donde se tomó la instantánea y colocarlo de fondo bajo la vieja imagen. Quizás fuera, o no, Santos Yubero el fotógrafo que captó el momento. Estamos a finales de marzo de 1939. 76 años han transcurrido desde entonces, pero nada ha cambiado. Los derrotados de la fotografía han muerto todos, con casi total certeza. Pero los enemigos contra los que luchaban aún siguen ahí, en los mismo despachos, las mismas mansiones, los mismos consejos de administración, disfrutando y perpetuando las mismas injusticias. Nada cambia. Sólo los grises del triunfante fascismo del 39, que han sido transformados en amables coloreados por el atemperador y castrante siglo XXI. ¡Malditos sean!


 

Fuente de la imagen en color: Street View de Google. Fuente de la imagen en blanco y negro: urbanity.cc. Texto, como siempre, factura propia

miércoles, 11 de marzo de 2015

El ojo comprometido que todo lo ve. Centelles: La Memoria al servicio de la Justicia. Día 70

Agustín Centelles era un animal fotográfico, una Leica casi autónoma con un hombre casualmente pegado a ella, un cíclope con un sólo ojo polifémico, el de su insistente objetivo. Era algo más que el mejor Periodista Gráfico con mayúsculas de nuestra vieja España de aquel entonces, algo más que un implicado observador de la naturaleza humana, algo más que el notario más fiel de la convulsa actualidad. Centelles era lo que su mirada veía. No se mantenía al margen, participaba de lo que fotografiaba y se integraba emocionalmente en las terribles escenas que sus fotogramas perpetuaban. Ahí están. Los podemos ver por miles. Centelles los tomó para retratar la respuesta popular contra la sublevación del 18 de julio en las calles de Barcelona; para reflejar el espíritu combativo de las milicias catalanas que salían en columnas camino del frente de Aragón; para describir los combates en Teruel o en Belchite; para condolerse y emocionarse con las 200 víctimas de los bombardeos fascistas en Lérida; para ilustrar el éxodo republicano hacia Francia.

Como otros miles prisioneros más, Centelles fue internado primero en Argèles-sur-Mer y luego en Bram. Allí (véase la entrada que ayer dediqué al fotógrafo Antonio Agulló), Centelles plasmó las indignantes condiciones infrahumanas que sufrían los refugiados hispanos merced al maltrato dispensado a los derrotados por las autoridades galas en los campos de concentración que habilitaron para encerrar a los nuestros. Las fotos de Centelles, sus negativos de Barcelona y Aragón y los revelados clandestinamente en los campos, experimentaron mil vicisitudes pero ninguna más sobresaliente que la ocultación de la caja en la que guardaba 4.000 negativos de guerra y postguerra. Durante 40 años y para no perjudicar a los miles de resistentes antifranquitas que aparecían en sus imágenes, Agustín escamoteó a los franquistas la maleta y los negativos, ocultándolos en una casa de campesinos de Carcasona (Francia). Volvió Centelles a España en 1946, para ser detenido y más tarde quedar en libertad provisional. En 1950 fue nuevamente juzgado y en este caso condenado a 12 años de prisión, que cumplió de forma atenuada en su domicilio hasta 1956. Represaliado y sancionado por los franquistas, nunca pudo Centelles volver a trabajar como reportero gráfico pero a pesar de las presiones, mantuvo el secreto del paradero de su archivo. Sólo cuando casi transcurrió un año desde la muerte del sanguinario dictador Franco y cuando pareció que la posibilidad de un golpe militar involucionista se difuminaba, Centelles regresó a la casa de los campesinos franceses para recuperar de la mano del hijo de sus ya fallecidos custodios la caja con las viejas fotografías.

Un día de éstos, compartiré con vosotr@s una recopilación de la abundante obra de Centelles que gratuitamente se puede visualizar en la red, pero hoy traigo aquí una de las que más me impresionan. No son ruinas, no refleja combates, no aparecen víctimas de bombardeos. Es sólo la captura de un momento en el campo de concentración de Bram, el fogonazo visual de la vida de los derrotados, un sublime destello gráfico con el que vemos cómo a pesar de carecer de todo, o precisamente por no tener nada, ni siquiera un proyecto, ni una causa, ni vislumbrar la sombra de un horizonte, los republicanos experimentan un instante de paz bajo el agradecido calor de un tibio sol, a la espera de poder regresar para acabar con el fascismo que los expulsó de su tierra.


martes, 10 de marzo de 2015

Antonio Agulló, el fotógrafo que surgió del olvido: La Memoria al servicio de la Justicia. Día 69

Hasta 20.000 fueron los presos españoles prisioneros de los franceses en lo que los galos dieron por llamar eufemísticamente campo de internamiento de Bram, es decir, un puro y duro campo de concentración. Como esta humillante instalación del sur francés, en el departamento del Aude de la región de Languedoc-Roussillon, hubo decenas repartidas por toda Francia, muchas de las cuales fueron reutilizadas a los pocos meses por los gabachos traidores de Vichy y por los nazis alemanes para encerrar españoles, judíos, brigadistas internacionales, franceses libres y prisioneros de guerra aliados. Algo de ello he escrito yo en este blog, por lo que si se me permite recomiendo al interesado que consulte la entrada todoslosrostros.blogspot.com.es/2008/08/los-campos-de-concentracin-franceses.html y también todas aquellas que se le puedan antojar durante su azarosa e intuitiva navegación.

De Bram conocíamos desde hace décadas testimonios gráficos rotundos y contundentes, ya que Capa, nuestro húngaro amigo Endre Ernő Friedmann, pudo penetrar en él con pase de prensa y visita guiada, aprovechando para testimoniar e inmortalizar la digna miseria republicana de la plena derrota. Muchas de Bram fueron publicadas, pero otras salieron a la luz recientemente con la aparición de la famosa "maleta mexicana". Desde finales de los 70, sabíamos también de Centelles, fotógrafo profesional de profundas convicciones republicanas preso en Bram, que no desveló su escondido archivo con 4.000 negativos hasta que el sanguinario dictador Franco muriera en la cama. Décadas después, las fotos de Centelles en Bram siguen impresionando por su realismo y su crudeza. Algún día me dedicaré a su meritorio trabajo en el exilio. Palabra.

Pero pocos o nadie sabían de las 39 fotos hechas en Bram por Antonio Agulló durante su internamiento en el campo en 1939. Tras estar ocultas durante años y años, en 2009 fueron reveladas y desveladas por su sobrino, Josep María Agulló. Y entregadas a El Periódico de Cataluña, que las compartió con la colaboración del Memorial Democràtic de la Generalitat con el Museu Nacional d'Art de Cataluya y con el Arxui Nacional.

Dicen los expertos iconográficos que la mano maestra de Centelles sobresale en todas y cada una de sus obras. Cuentan también que los fotogramas de Capa destacan por su soberbia y evidente profesionalidad. Y algunos críticos argumentan que las instantáneas de Agulló adolecen de la precisa pericia. Yo no puedo juzgar. Sólo conozco cuatro, las que aquí traigo. Pero sí puedo opinar que en ellas predomina la verdad, la sinceridad y el enfoque honesto de un hombre doliente y atormentado por la pérdida de un país y de su libertad, que retrataba su propio sufrimiento buscándolo en los ojos y en las actitudes de aquellos, los suyos que le rodeaban.

Te mando un fuerte abrazo allá donde estés, compañero Agulló.





lunes, 9 de marzo de 2015

El franquismo criminal, en el genoma de MAPFRE, Dragados, Huarte, Portland, Babcock-Wilcox...: La Memoria al servicio de la Justicia. Dia 68

Curioso es que en el genoma de muchas de las megacorporaciones españolas actuales se encuentre el cromosoma plutócrata franquista que justificaba la explotación sin límites de la fuerza bruta del ser humano como esclavo trabajador en beneficio de las empresas que amparaban e impulsaban el golpe de Estado de la Oligarquía contra el Pueblo.

Curioso me parecía, como digo, pero con los años debo de estar volviendome gilipollas confundiendo lo que es mera anécdota con lo que es categoría porque, sin que yo me aperciba y a poco que se rasque, es fácil encontrar que en todos (o casi) los consejos de administración de las multi y transnacionales patrias de hoy abundan los herederos y/o beneficiarios del franquismo. Orillando mi ingenuidad sobrevenida --será la edad-- y bajo esos mimbres, hallamos entre los cimientos del criminal golpismo los cromosomas empresariales de siempre, los que fueron y los que aún son hoy, bajo mil capas de millonarias cebollas: Dragados, Huarte, Construcciones y Contratas, Banús, Marroquín, San Román, Hnos. Nicolás Gómez, Construcciones ABC, Babcock-Wilcox, Carbones Asturianos, Constructora Naval, Industrias Egaña, Talleres La Trefilera, Plasencia de las Armas, Esperanza y Compañía SA, Talleres Murga, Cementos Portland-Iberia, Cementos Asland, Metro de Madrid, etc., etc. Como matrices o derivadas, muchas de estas viejas corporaciones son ahora el germen del actual tejido empresarial español de hoy. La mayoría. Preguntadles.

¿Será entonces que la supuesta "Guerra Civil" fue en realidad una a modo de OPA muy hostil de la clase propietaria contra la entonces pujante clase trabajadora en aquella su primera oportunidad de asomar la cabeza sobre el rasero de la Historia? Pues debe ser que es así, porque el exitoso modelo agresivo se aplicó a rajatabla desde la España de mediados del XX, a beneficio del inventario capitalista. Por ello, no debe de extrañar que otros siguieran esa senda practicando el metodo reseñado como ideal Manual de Instrucciones del empresario filofranquista de postguerra.   

Tal es el caso, o no, de la todopoderosa corporación MAPFRE, casa madre de la omnipresente FREMAP. En su origen remoto se encuentra la aventura golpista del que fuera su rescatador, salvador e impulsor. Ignacio Hernando de Larramendi y Montiano fue un carlista que con 16 años se alistó en la huestes tradicionalistas para combatir contra el marxismo y contra las hordas proletarias republicanas. Digo yo que si él y sus correligionarios --católicos, ultramonárquicos, absolutistas e integristas-- agarraron un fusil y pegaron tiros para matar, MATAR, a disidentes y opositores rojos es porque probablemente les repugnaba la lucha de los humillados de la época por librarse de la opresión de la plutocracia que ellos representaban. En todo caso, sus hagiógrafos --los mismos que ensalzan el ejemplo emprendedor de su imperio transnacional-- lo justifican alegando que Ignacio calzó boina roja y rindió pleitesia a la Cruz de San Andrés, de Borgoña para los puristas, sólo con el propósito de encontrar a su hermano, alistado bajo nombre supuesto y con destino desconocido en las fuerzas armadas contrarrevolucionarias absolutistas de la Comunión Tradicionalista, puntales junto a los pistoleros de Falange de la rebelión franquista. Ignorando si halló al perdido habremos de suponérnoslo, aunque llamativo resulta el aparatoso despliegue ideológico que la Fundación nacida de su inspiración y ejemplo hace de las hazañas bélicas y del pensamiento absolutista de los carlistas que con arma al hombro dieron su vida (y terminaron con decenas de miles de ajenas) en defensa de ideales decimonónicos y medievales.

Esta Fundación, creada en homenaje a Luis Hernando de Larramendi, también tradicionalista y padre del patriarca, cuenta entre sus fondos con decenas o cientos de trabajos textuales de lo que sus administradores han dado en llamar "polígrafos", es decir, creadores polifacéticos cuyas obras marcaron un punto de inflexión en un campo, pero además incluye una colección apologética de agitadores y prosélitos del más rancio tradicionalismo requeté. Y rebuscando por aquí y por allá en lugar tan ideológicamente tóxico, que lo es, en el relato del carlista Luis Doreste Manchado (ver larramendi.es/testimonios.requetes/doreste.html) me encuentro con esta foto. Representa según dicen los subtituladores de larramendi.es a un grupo de prisioneros republicanos en el frente de Cataluña, foto rescatada o captada del Archivo Jaurrieta. No se aprecia sus caras, sólo vagas siluetas, bultos inconcretos. No sabemos quiénes son ni conocemos su unidad y fecha de captura. No sé más que lo expongo. Ni menos. Hala, para allá que va el envite, hasta que la Fremap me lance un órdago y me diga que lo transmute.


domingo, 8 de marzo de 2015

26 fotos de republicanos damnificados en aquella "Triste España sin ventura": La Memoria al servicio de la Justicia. Día 67

"Triste España sin ventura,
todos te deben llorar
despoblada d'alegría
para nunca en tí tornar"

Juan del Encina. 1469-1529


La derrota en el gesto y el rostro de una mujer española, tras haber traspasado la frontera con Francia. 2 de febrero de 1939. Fuente: origen indeterminado

 Una refugiada de Málaga, tras un bombardeo. Fuente: Archivo Corbis

Una mujer refugiada, republicana española, llora junto a sus escasas posesiones al poco de cruzar hacia Francia por Le Perthus. 29 de enero 1939. Fuente: historiasiglo20.org
 El éxodo republicano español, en la estación francesa de Hendaya tras la toma de Bilbao por las tropas fascistas. Fuente: oroitza-histoire-d-hendaye.fr/Actualites.q.htm#Actualites.q

Refugiados republicanos camino del exilio. Fuente: sbhac.net

Refugiados republicanos ya en Hendaya. Fuente: ramonrubial.com


 Mujer republicana refugiada, huída de la zona franquista. Fuente: gettyimages.es

Mujeres republicanas llegan a Madrid buscando refugio. 7 de diciembre de 1936. Fuente: Archivo Corbis

Refugiados hacen cola durante un reparto de comida organizado por la Iglesia, en zona franquista. Fotografía: Dmitri Kessel. Fuente: Archivo LIFE.

Cientos de refugiados, civiles y soldados marchan camino de Francia huyendo de las tropas franquistas. Principios de 1939. Fuente: cervantesvirtual.com

 Anciana y niño, tras un bombardeo en la Gran Vía en plena guerra. Fuente: Archivo Flikcr.com

Hombres arrastran el ataud de un republicano muerto. Fuente: militaryphotos.net
Mujer a la puerta de su casa, durante la guerra. Foto de Kati Horna. Fuente mcu.es

Mujer refugiada. Foto de Kati Horna. Fuente mcu.es

Grupo familiar republicano se refugia en Francia, cruzando por Le Perthus. 16 de febrero de 1939. npogeschiedenis.nl
 Españoles refugiados entran en Francia. Fuente: http://globovision.com/onu-pide-espana-que-investigue-desapariciones-de-la-guerra-civil/

Mujeres se lamentan por la muerte de sus familiares tras un franquista bombardeo en la Lérida republicana de 1937. Foto de Agustí Centelles. Fuente: octavicentelles.blogspot.com

Daños en la ciudad de Madrid tras un nuevo bombardeo criminalde los fraquistas. Fuente: madridcity.com
Hombre y niña junto a su casa destruída tras un bombardeo fascista. Madrid, 7 de diciembre de 1936. Fuente: indeterminada.

Refugiados malagueños huyendo hacia Almería, en febrero de 1937, hostigados por los bombardeos de los franquistas españoles, fascistas italianos y nazis alemanes. Fuente: memoriahistoricamalaga.org

 Huyendo hacia Francia en plena ventisca. Fuente: redi.um.es
Mariano Gracia cruza con sus hijos Alicia, Amadeo y Antonio la frontera para adentrarse en Francia. De su tragedia personal y familiar y del significado profundo de esta fotografía puede leerse un relato completo en todoslosrostros.blogspot.com.es/2009/09/en-algun-oculto-lugar-de-la-memoria.html
Dos mujeres y un niño refugiadas en Barcelona. Barcelona enero 1939. Fuente: revistaminerva.com

Refugiados que huyen de los bombardeos fascistas cerca de Cerro Muriano, en el frente de Córdoba. 5 de septiembre de 1936. Foto de Robert Capa. Fuente: magnumphotos.com
Mujer habla con un hombre preso en un campo de concentración frances en Argelès-sur-Mer, Francia. Marzo de 1939. Foto de Robert Capa. Fuente: museoreinasofia.es


Dos mujeres republicanas descansan tras una escaramuza contra los fascistas. Fuente: Getty Images

sábado, 7 de marzo de 2015

Como en Córdoba, Jaén, Badajoz..., el 20% de los vecinos de Porcuna fueron represaliados: La Memoria al servicio de la Justicia. Día 66


En la frontera entre Córdoba y Jaén se halla la vieja Obulco, hoy conocida como Porcuna. Como localidad radicada en plena línea del frente, este pueblo jienense se vio profundamente afectado por el desarrollo de la guerra y sobre todo por las terribles consecuencias de la postguerra. Las represalias de los fascistas se cebaron en la población civil porcunense, afectando directamente a casi el 20% de sus habitantes. Entre 700 y 1000 vecinos afines a los republicanos y antifranquistas fueron víctimas de la represión franquista. La infatigable investigación de los memorialistas de todoslosnombresdeporcuna.blogspot.com ha conseguido hasta el momento encontrar e identificar a 112 asesinados por fusilamiento; 37 homicidios por hambre o enfermedades inducidas en cárceles, presidios, campos de concentración, trabajo esclavo u hospitales militarizados; 5 fallecimientos en campos de concentración nazis; 4 muertes violentas, precedidas de torturas y vejaciones en cárceles; 2 muertes como consecuencia de los disparos de las fuerzas de orden público represivas; 153 expedientes de Consejo de Guerra; 271 expedientes de Responsabilidades Políticas, etc., etc. Aún queda mucho trabajo por hacer, pero agradezco a los compañeros porcunenses el fruto hasta ahora cosechado.

Fruto de esta lucha es la aparición de testimonios gráficos como el que hoy traigo aquí. En la imagen vemos a tres vecinos de Porcuna, encarcelados en la Prisión Central de Totana (Murcia). Los memorialistas de Porcuna han podido identificar y seguir el rastro vital y biográfico de quien se encuentra en el centro de la foto. Se trata de de Manuel Torres Villar. Manuel, apodado el "Carita", nació en el pueblo en 1899. Era turbiero de profesión y como obrero y proletario responsable, estaba sindicado en UGT y afiliado al PSOE. Al acabar la guerra, el 7 de abril de 1939 fue detenido y encarcelado en la prisión habilitada de Jesús, de Porcuna. Juzgado colctivamente junto con otros cincuenta compañeros el 24 de agosto, fue condenado por el tribunal fascista a 6 años de prisión, incrementados con otros 6 por especial empeño del Auditor de Guerra. Poco después, fue trasladado a la Prisión Provincial de Jaén y de allí a Totana, donde trabajó como esclavo en las obras del campo de aviación de El Esparragal y luego, redimido, en las obras del río Júcar por 10,35 pts diarias.

En la foto lo podemos ver con dos porcunenses desconocidos, aunque uno de ellos pudiera ser el conocido como "El Habanero". La instantánea está tomada el día de la Merced, 24 de septiembre, de probablemente el año 1941 y fue tomada como prueba de vida para los familiares de los retratados.

Gracias a los compañeros de Todos los Nombres de Porcuna por el "prestamo" y mi homenaje a la familia de Manuel Torres Villar y de su esposa Isabel Amate Fernández, victimas directas de la persecución franquista.

Fuente de la imagen y datos: todoslosnombresdeporcuna.blogspot.com

viernes, 6 de marzo de 2015

O eras un niño en los 40, o leíste el Paracuellos de Carlos Gimenez. O no sabes nada de nuestra postguerra: La Memoria al servicio de la Justicia. Día 65

¿Que decir de Carlos Giménez? Por mi edad provecta, fuí lector contemporáneo de "El Papus", "1984", "Totem" y "Comix Internacional". Allí me tropecé con él. Se me caen dos lagrimones cuando me recuerdo leyendo y releyendo mil veces su "Érase una vez el futuro", que versionaba libremente historias de Jack London y del estupefaciente Stanislaw Lem abriéndome visiones a otros mundos, apuntaladas por alucinógenas páginas del incomparable Alfonso Font o de la galáctica taberna de Josep María Bea. ¡Qué tiempos! Pero en mi consideración particular, Carlos Giménez alcanzó las mayores cumbres con sus inspiradas series políticas. Sus historietas sobre la guerra, la postguerra y el franquismo me impresionaban por su realismo y por la demoledora tristeza que me transmitían. "España, Una, Grande y Libre", "Barrio" o la más reciente "36-39. Malos tiempos" eran comics de línea clara y plana, pero de guión y dibujo desgarrador, comprometido y enormemente emotivo. Pero "Paracuellos" sigue siendo para mí la cúspide de la historieta política española, como Joe Sacco (autor de "Gorazde", "Palestina" o "Notas al pie de Gaza") lo es del internacional.

En breves capítulos, a veces inconexos, la mayor parte hilados en torno al nexo común de la niñez doblegada, "Paracuellos" narra la historia de los niños, muchos huérfanos republicanos, internados, frecuentemente secuestrados y encerrados contra su voluntad en uno de los muchos hogares del Auxilio Social franquista. Aunque aparentemente creado como institución humanitaria, en los años 40 era el Auxilio Social una herramienta política de doblegamiento, presión y propaganda contra los hijos y familias de fusilados, fusiladas, presos y presas antifranquistas. La Sección Femenina, la Delegación Nacional de Falange Española y la Iglesia Católica convirtieron los hogares del Auxilio Social en auténticos, terribles y amedrentantes mataderos de la inocencia, campos de concentración para niños asustados, hambrientos, maltratados y traumatizados. No debo extenderme más. Amig@ lector, sólo la detenida visión de "Paracuellos", localidad de triste recuerdo donde estaba radicado uno de estos lugares de prisión infantil, puede explicarte lo que no soy capaz de decir. Léelo despacio, mira los tremendos ojos de los niños con meticulosidad y cariño, déjate llevar y no te amilanes si te da la llantina. Te encogerán el corazón, te transportarán a la década de plomo del franquismo, cierto, pero no has de olvidar que no es ficción lo que lees: Carlos Giménez era uno de esos niños; sus recuerdos son vívidos y están plasmados en estas narraciones, por las que recibió censuras, ataques y varias amenazas de muerte a manos de la ultraderecha patria. Espero que Carlos no se ofenda si traigo aquí, aunque sea a baja resolución, una de las más conmovedoras de esas historias. ¡Gracias por no olvidar, Carlos!




Fuente de la imagen: elojodeltuerto.com

jueves, 5 de marzo de 2015

No importa el hambre y el frío, porque ¡volveremos!: La Memoria al servicio de la Justicia. Día 64

Acabamos de cruzar la frontera justo por Puigcerdá. Hemos conseguido escapar de los chacales franquistas, que nos muerden los talones. Hemos visto cómo los frentes se rompen, las líneas caen, las unidades se disuelven, los jefes desaparecen... Por orgullo, por amor propio, por instinto y por fidelidad a la República, hemos conservado nuestras armas hasta cruzar la raya con Francia pero al traspasarla, desabridos senegaleses y altivos gendarmes gabachos nos han ordenado arrojarlas. Llevamos cinco días sin comer y hoy, por fin, a unos pocos nos ponen por delante un sabroso plato, al que le hincamos el diente con ansia, aunque seamos conscientes de que el ceremonial mediatizado por la presencia de fotógrafos de prensa forma parte de un espectáculo escenificado por las autoridades galas para su propia propaganda. ¡Es igual, hazme la foto si se te antoja! Ahora toca comer, toca sobrevivir, que cuando menos se lo esperen los fascistas, cruzaremos otra vez para el otro lado y recuperaremos la Libertad de nuestro pueblo. Es 29 de enero de 1939. Hay hambre y frío a pesar de los capotes. Estamos en Bourg-Madame, la que conocemos como La Guingueta, en los Pirineos orientales. Volveremos.

Fuente de la imagen: varias, aunque en diferentes formatos se puede ncontrar en allposters.com

miércoles, 4 de marzo de 2015

El pueblo, traicionado --como siempre-- por los plutócratas. En Bilbao y en todo el Estado: La Memoria al servicio de la Justicia. Día 63.

Entre noviembre de 1936 e inicios de 1937, trece arquitectos, doce ingenieros industriales, dos ingenieros de minas, un ingeniero agrónomo, tres aparejadores y 8.500 trabajadores republicanos y nacionalistas vascos construyeron bajo la dirección del capitán de Ingenieros Alejandro Goicoechea las defensas del tan cacareado Cinturón de Hierro de Bilbao. Parecía que todo el frente Norte dependía de la estabilidad de las fortificaciones y del aguante de las unidades militares vascas que las guarnecían, pero la deserción de Goicoechea en febrero de 1937 (pasándose a los franquistas con los planos detallados de las líneas, bastiones, bunkers, nidos de ametralladoras y trincheras), la fulgurante ofensiva de Mola y sus sicarios, la destrucción de Durango y Guernica y los masivos bombardeos de abril y mayo quebrantaron las murallas y la moral de los hombres. Careciendo de otras explicaciones, expertos e historiadores vienen a coincidir que ésa, la fuga del traidor Goicoechea, fue la razón última por la que el Cinturón sólo resistió dos días, desde el inicio de la ofensiva final franquista y carlista del 11 de junio hasta el abandono de los baluartes por los nacionalistas y republicanos el día 13, sólo dos jornadas después. En definitiva, la deserción del diseñador, el quebranto de la moral y la incompetencia de los mandos ocasionaron la caída estrepitosa de Bilbao el día 19 y la derrota de los hombres libres vascos, aquellos que habían soñado en gobernarse por sí mismos y en ser dueños de su propio destino y del fruto de los recursos creados por el trabajo de sus propias manos.

Addenda: hasta el último de sus días en 1984, el felón Goicoechea disfrutó de una posición de privilegio adquirida gracias a su traición a la República. En plena autarquía, Goicoechea fue para el franquismo el paradigma de la infrecuente ciencia hispánica, inspiradora de invenciones como sus sorprendentes Tren Talgo O, I y II. Goicoechea nunca pidió perdón por su vileza.

Gudaris prisioneros de las tropas franquistas tras la caída de Bilbao. 1937. La imagen puede verse en la obra "España en llamas" de Bernardo Gil Mugarza y en multiples páginas y blogs como por ejemplo el de Inaki Anasagasti http://ianasagasti.blogs.com.

martes, 3 de marzo de 2015

6 fotos de republicanos presos de fascistas italianos, criminales turistas en la España de 1937: La Memoria al servicio de la Justicia. Día 62

Año 1937. Los pilotos voluntarios fascistas italianos al servicio de Franco sobrevuelan los pueblos y ciudades fieles al Estado republicano. Están encuadrados en la Legión Extranjera española, en lo que se ha dado por llamar "Missione Navale e dell'Aviazione Legionaria del Tercio", dentro del CVT. Con sus Fiat último modelo, combaten en aparente régimen de igualdad contra pilotos republicanos españoles y rusos, pero también bombardean indiscriminadamente mercados, zonas urbanas densamente pobladas, columnas de refugiados y hospitales claramente señalizados como tales con la inequívoca Cruz Roja. Entre vuelo y vuelo, pasan los días visitando como despreocupados turistas cámara en ristre las ciudades franquistas de retaguardia (Talavera, Sevilla, Torrijos, Valladolid, Logroño, Guadalajara, Granada, Málaga, Toledo, etc...) mientras disfrutan a la dernière mode de la gastronomía, la arquitectura y la compañía femenina local. Inmortalizan esos momentos de feliz juventud, ajenos, indiferentes al dolor que siembran miles de pies bajo el fuselaje de sus aparatos. Visitando el extenso archivo fotográfico de la página asso4stormo.it, hoy podemos asistir como espectadores privilegiados a alguno de esos instantes bélicos, conservados por sus protagonistas con la desvergonzada ilusión de quien guarda en sus archivos personales la primera visita a la playa o un soleado día de campo con cuñados. Y escarbando entre las instantáneas, aparecen algunos republicanos presos.

Ya hace un par de semanas, el 19 de febrero, publique una fotografía de un grupo de pilotos rusos presos en un campo de Soria, seguramente en Almazán (ver En una prisión franquista de Soria, fascistas italianos, prisioneros rusos y guardias civiles españoles: La Memoria al servicio de la Justicia. Día 50). Hoy traigo otras, encontradas en el mismo sitio web. Unas reproducen el agrupamiento por fuerzas fascistas y el transporte a campos de concentración de prisioneros republicanos en Loja (Granada) en febrero de 1937.







Otras reflejan el instante en el que un piloto internacionalista llamado Krizai, fiel a la República, es tomado prisionero tras lanzarse en paracaidas después de ser abatido su aparato Dewoitine 371 --como se puede ver en las fotografías, destrozado-- por los Fiat de los fascistas italianos el 14 de octubre de 1936 en tierras de Almorox, Toledo.

El internacionalista Krizai, escoltado por soldados franquistas al poco de ser capturado en Almorox, Toledo.

Quien busca, halla. Por eso, habrá que seguir buceando en la web hasta encontrar los derrotados rostros de los nuestros.