Aquí sigo, encaramado en mi columna. Cada vez más elevado, probablemente, a buen seguro cada vez más alejado de los intereses reales de la gente. Como San Simeón, antes lanzaba reprimendas y compartía sermones pedestres a ras de suelo, pero mi rigor inquisitorial excesivo y mis radicales prédicas incendiarias han ido atemperando el fervor de propios y agudizando la inquina de extraños. A la manera de un repulsivo diletante, me he ido alejando de lo prosaico para alzar el nivel de la plataforma desde la que arengo. De aquellos tres metros metafóricos a donde me aupaba para catequizar, pasé a amonestar desde una columna de siete y luego a reñir sin rubor desde los diecisiete metros de mi "stilos" marca TODOS LOS ROSTROS. Por ello a Simeón le llamaban "el Estilita" y yo camino voy de que me endilguen calificativo tan aislacionista. Me remiro entonces y así me veo hoy: "paco de jerez el estilita". Ahí lo dejo, que no he de seguir con monsergas. Pero de propina os obsequio con una imagen que responde a la entrada en Francia de soldados españoles que como refugiados cruzan la frontera atravesando el puente colgante de Boulou, el 8 de febrero de 1939. Decenas de miles, cientos por allí pasaron. Muchos miles no volvieron.
Saludos estilitas.
Fuente de la imagen: cervantesvirtual.com
2 comentarios:
Paco único
Pues que no sea "San se acabó" y continúes.
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