Apoyó a Hitler. Luchó contra un pueblo libre. Respaldó la agresiva invasión de un Estado soberano disparando sus armas contra sus legítimos defensores. Conoció los excesos de los nazis en Rusia. Participó voluntariamente de los crímenes de lesa Humanidad cometido por el nazismo en el Este de Europa. Murió exclusivamente como consecuencia de sus propios actos criminales, pero...
Las Fuerzas Armadas españolas, el Ministerio de Defensa y el Gobierno español protagonizan la documentación, búsqueda, estudio y exhumación de su fosa en Rusia y repatriación de sus restos a España, aunque no para organizar un juicio postumo por sus crímenes, si no para homenajearle y rendirle honores. ¡Honores oficiales e institucionales a un cómplice de los nazis!
Las Fuerzas Armadas españolas, el Ministerio de Defensa y el Gobierno español siempre les han vuelto la espalda. Nunca han facilitado y siempre han obstaculizado cualquier trabajo de documentación, búsqueda, estudio y exhumación de sus fosas. Durante décadas, siempre han sido juzgados por los sucesivos gobiernos, medios de comunicación e intelectuales próximos a los vencedores como bárbaros e incivilizados desarrapados. Nunca han recibido el homenaje ni los honores oficiales e institucionales debidos del Estado español y sólo ocasionalmente algún partido ha legislado tímidamente en favor de su reconocimiento. Son sus familiares, ellos solos, los que durante años se han visto obligados a investigar, documentar, solicitar subvenciones cuando las había, encontrar fosas, localizar forenses y arqueólogos, exhumar enterramientos, identificar restos y realizar homenajes. Ellos solos.Y aun restan más de 120.000 por encontrar.