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domingo, 21 de diciembre de 2008

SHOAH: crónica del horror

Allá por mediados de los ochenta y cuando estaba en su apogeo la democratización de Radiotelevisión Española, se emitieron (creo recordar que en una única sesión nocturna) las 9 ó 1o horas que daban cuerpo y forma al impactante documental "SHOAH". Este trabajo francés acerca de la represión sobre el pueblo judío --desde mi óptica, el más dramático y sobrecogedor que haya tenido ocasión de contemplar nunca-- marcó para siempre un estilo y una época en la escuela de reportajes de índole política. No por archisabidos los detalles del Holocausto, SHOAH deja de horrorizar y conmocionar. La escalofriante obra de Claude Lanzmann es el mayor y más espeluznante catálogo de las más variadas expresiones de maldad, muerte y exterminio, y paralelamente revela de forma hiperrealista la entereza imperecedera del espíritu humano, personificado en los estoicos judíos supervivientes. Es por ello por lo que lo traigo aquí, ya que en buena medida SHOAH es un ejemplo de cómo un leve resquicio de vida puede pervivir --a la manera de la memoria de nuestros supervivientes de los campos y prisiones de Miranda, Valdenoceda, Albatera, Porlier, Castuera y tantos otros-- con el decidido propósito de dar testimonio de los que desaparecieron y fueron asesinados por aquellos que sembraron la muerte en los campos y ciudades de Europa y España.

La ficha técnica del documento de Lanzmann es la siguiente:


Dirección: Claude Lanzmann

Ayudante de dirección: Corina Coulmas, Iréne Steinfeld-Levi

Producción: Brigitte Faure

Sonido: Bernard Aubouy, Danielle Fillios, Michel Vionnet

Editor: Ziva Postec, Anna Ruiz

Reparto: Simon Srebnik, Michael Podchlebnik, Motke Zaidl, Hanna Zaidl, Jan Piwonski, Itzhak Dugin, Richard Glazar, Paula Biren, Pana Pietyra, Pan Filipowicz, Pan Falborski, Abraham Bomba, Czeslaw Borowi, Henrik Gawkowski, Rudolf Vrba, Inge Deutschhkron, Franz Suchomel ,Filip Müller, Joseph Oberhauser, Anton Spiess, Raul Hilberg, Franz Schaliing, Martha Michelsohn, Claude Lanzmann, Moshe Mordo, Armando Aaron, Walter Stier, Ruth Elias, Jan Karski, Franz Grassler, Gertude Schneider, Itzhak Zuckermann, Simha Rotem

Datos y cifras

País: Francia

Año: 1985

Género: Documental

Duración: 566 minutos

Idioma(s): Alemán, inglés, francés, italiano, polaco, hebreo, yiddish


SHOAH puede visionarse libremente en las principales plataformas de vídeos domésticos, entre ellas en Megavídeo. He colocado en "Todos los Rostros" su reproductor de vídeo y, por si éste fallara, también he copiado los enlaces que conducen a la ubicación del almacenaje de sus ficheros. Espero que no tengáis problemas para poder acceder a ellos y que lo hagáis con calma y emoción.

SHOAH: primero de ocho capítulos
http://www.megavideo.com/?v=2FS5P1WG



SHOAH: segundo de ocho capítulos

http://www.megavideo.com/?v=847TMSOM



SHOAH: tercero de ocho capítulos

http://www.megavideo.com/?v=BNJPRNCE


SHOAH: cuarto de ocho capítulos

http://www.megavideo.com/?v=RFV6N0Y2


SHOAH: quinto de ocho capítulos

http://www.megavideo.com/?v=R3EHE91T


SHOAH: sexto de ocho capítulos
http://www.megavideo.com/?v=EFRJH3GF


SHOAH: septimo de ocho capítulos

http://www.megavideo.com/?v=3FU9AAEA


SHOAH: octavo de ocho capítulos
http://www.megavideo.com/?v=LKWF1NA0


Por último, es interesante leer el texto que acerca de SHOAH publica la Wikipedia. Es éste:

Shoah
(del hebreo שואה, "catástrofe") es una película documental del realizador francés Claude Lanzmann, estrenada en 1985, y de aproximadamente nueve horas de duración. Los subtítulos y testimonios filmados para el documental se publicaron por escrito en un libro con el mismo nombre, que fue traducido al castellano en el año 2003.

El filme de Claude Lanzmann es un documental de historia oral, filmado a lo largo de cerca de diez años en diferentes continentes. Reúne testimonios, en primera persona, de víctimas, testigos y verdugos del exterminio de las comunidades judías durante la Segunda Guerra Mundial. Cada uno de los invitados a participar en el documental narra su personal vivencia de los sucesos relacionados con el Holocausto judío.

El formato de las intervenciones fue concebido por Lanzmann como una entrevista. El director interviene para evocar los recuerdos de cada invitado, en ocasiones preguntando por detalles técnicos (por ejemplo, sobre el número de vagones de cierto tren, o la capacidad de cierto horno crematorio), o por emociones y sentimientos, e incluso sobre detalles relativamente anodinos, pareciendo tener su papel una mera función fática (como, por ejemplo, cuando pregunta si había árboles en el gueto de Varsovia). Sin embargo, no es difícil interpretarlo como una falsa entrevista, en la que el director solamente pregunta u observa cuando el entrevistado no puede, o no quiere, seguir hablando. Es frecuente que los testigos se detengan a causa de un desmoronamiento psicológico. En esas ocasiones, Lanzmann insiste en el deber del invitado de seguir hablando.

Es importante subrayar, para destacar la peculiar naturaleza documental del filme, que la película no contiene imágenes de archivo ni banda musical. Toda la obra se estructura en entrevistas individuales o colectivas, en tiempo presente y en los más variados escenarios, o en visitas a los lugares donde ocurrieron los hechos tal y como se conservan en el momento de la grabación, estando presentes o no los testigos. El hecho de que no haya voz en off, salvo brevísimas intervenciones para aclarar lugares o hechos obviamente desconocidos para el espectador, recalca, por otro lado, que el filme se concibió bajo los planteamientos de la historia oral.

Los testimonios se recogieron en los siguientes idiomas: inglés, francés, alemán, italiano (empleados todos ellos directamente por Claude Lanzmann), yiddish, hebreo y polaco. La versión española no se editó doblada, sino subtitulada.

Los entrevistados

Una de las originalidades del documental es que reúne, de manera entrelazada, testimonios de muy diversa índole. El complicado montaje del filme convierte una sucesión de monólogos en un debate donde cada entrevistado da su particular visión de unos mismos hechos (desde la máquina de tren que empujaba los vagones, desde los terrenos que circundan la vía, desde el interior de los vagones, desde el interior del campo...). Las personas entrevistadas (más de treinta) obedecen a las siguientes categorías:

  • Víctimas, es decir, judíos que padecieron la persecución y sobrevivieron por una u otra causa; pueden intervenir a título individual o colectivo (como es el caso de la comunidad judía de Corfú).
  • Victimarios, es decir, aquellos que participaron directamente en el exterminio; así, el documental recoje entre otros, el testimonio del SS Franz Suchomel, rodado con cámara oculta bajo la promesa (incumplida) de no ser revelada la identidad del entrevistado.
  • Testigos, es decir, los que sin ser víctimas ni victimarios, resultaron, por diversas razones, ser conocedores, en una u otra medida, de lo que estaba ocurriendo; pueden ser entrevistados individualmente o en grupo (como ocurre con los campesinos que viven en torno al campo de Auschwitz, en polaco, Oświęcim).
  • Expertos, es decir, personas que, sin estar directamente implicadas en los acontecimientos, los han estudiado; el único entrevistado que se enmarca en esta categoría es el historiador Raul Hilberg.
  • Interesados, es decir, personas que no habiendo vivido los acontecimientos directamente se preguntan por lo sucedido (como es el caso de Hanna Zaidl).

Reparto

Las personas entrevistadas en el documental, a título individual, son las siguientes:

  • Simon Srebnik: uno de los dos únicos supervivientes del campo de Chelmno. Contaba trece años cuando ingresó, y se le asignaron diferentes tareas en el campo, entre ellas, cantar para los guardias una canción en alemán. Pocos días antes de la liberación del campo, fue dado por muerto por el guardia que le disparó en la cabeza para ejecutarlo. Se marchó a vivir a Israel. En el documental, accede revisitar, con cuarenta y seis años, lo que queda del campo, y vuelve a cantar para la cámara y a hablar junto con los vecinos de Chelmno.
  • Michael Podchlebnik: uno de los dos únicos supervivientes del campo de Chelmno. Encargado de vaciar las cámaras de gas, retiró él mismo los cuerpos de su mujer y sus hijos.
  • Motke Zaidl: superviviente de Vilna, en Lituania. Vive en Israel en el momento de la entrevista.
  • Hanna Zaidl: hija del anterior.
  • Jan Piwonski: superviviente de Vilna, en Lituania.
  • Itzhak Dugin: superviviente de Vilna, en Lituania. Analiza el vocabulario empleado por los guardianes para referirse a los cadáveres.
  • Richard Glazar: superviviente de Treblinka. Es entrevistado en Suiza.
  • Paula Biren: superviviente polaca, no regresó nunca a ese país. Es entrevistada en Cincinnati, en Estados Unidos.
  • Pana Pietyra: vecina de Auschwitz.
  • Pan Filipowicz : vecino de Woldawa, expone el alto porcentaje de judíos de su localidad, en la cual ya no queda ninguno.
  • Pan Falborski: describe el campo de Chelmno.
  • Abraham Bomba: barbero de profesión (y entrevistado mientras trabaja en su barbería de Israel) describe el funcionamiento del campo de Treblinka, en el cual hubo de cortar el pelo a los judíos justo antes de que entraran en la cámara de gas.
  • Czeslaw Borowi: granjero de Treblinka, explica, entre otras cosas, el significado del gesto de llevarse en dedo índice de la mano al cuello, para avisar a los judíos de los trenes de su destino.
  • Henrik Gawkowski: maquinista de Treblinka, encargado del transporte de judíos.
  • Rudolf Vrba: superviviente de Auschwitz, cuyo nombre original es Walter Rosenberg, y uno de los pocos que consiguieron fugarse del campo.
  • Inge Deutschhkron: nacida en Berlín, cuenta los procedimientos de deportación de judíos berlineses .
  • Franz Suchomel: SS Unterscharführer, guardia del campo de Treblinka, grabado con cámara oculta bajo promesa (incumplida por el director) de no ser revelada su identidad; Suchomel ofrece explicaciones técnicas muy detalladas del proceso de exterminio.
  • Filip Müller: judío checo superviviente de las cinco liquidaciones del Sonderkommando de Auschwitz, describe el funcionamiento de los crematorios.
  • Joseph Oberhauser: asistente del comandante del campo de Belzec, su nombre es mencionado por Franz Suchomel, y el director lo localiza en una cervecería de Munich; donde se niega a ser entrevistado.
  • Anton Spiess: abogado de la acusación de los juicios de Frankfurt de 1960 sobre el campo de Treblinka.
  • Raul Hilberg: historiador, analiza el fenómeno de de la persecución contra los judíos desde sus orígenes, y examina algunos documentos relativos a la administración ferroviaria.
  • Franz Schaliing: alemán, grabado con cámara oculta bajo promesa (incumplida por el director) de no ser revelada su identidad, analiza el proceso de exterminio del campo de Chelmno.
  • Martha Michelsohn: mujer de un maestro de escuela nazi, vivió en los alrededores del campo de Chelmno.
  • Moshe Mordo: superviviente de Auschwitz.
  • Armando Aaron: presidente de la judería de Corfú, es entrevistado junto con otros judíos de esa misma localidad; de los 1700 judíos de Corfú, solamente sobrevivieron 122.
  • Walter Stier: funcionario alemán, jefe de de la oficina de administración de los ferrocarriles del Reich, explica el significado de la expresión “tren especial”, junto a otros detalles de la planificación de los trenes con deportados.
  • Ruth Elias: judía checa, superviviente de Auschwitz.
  • Jan Karski: (entrevistado en Nueva York) enlace de la resistencia polaca con el gobierno en el exilio. Le fue mostrado el Gueto de Varsovia y le fue encomendada la tarea de avisar a las potencias aliadas de lo que estaba sucediendo en el centro de Europa.
  • Franz Grassler: administrador alemán del Gueto de Varsovia, expone los objetivos de la creación del Gueto y los contactos que tuvo con los representatantes de la comunidad judía.
  • Gertude Schneider (nacida como Guertrude Hirschhorn), superviviente del Gueto de Riga.
  • Itzhak Zuckermann: superviviente del Gueto de Varsovia.
  • Simha Rotem: superviviente del Gueto de Varsovia.

Se entrevista también a los vecinos de Chelmno, frente a la iglesia, durante la cual un habitante expone la teoría de la expiación para explicar el holocausto (según la cual los judíos estarían pagando por el asesinato de Cristo).

Observaciones

De Claude Lanzmann: “Presento aquí al lector el texto íntegro –palabras y subtítulos– de mi película, Shoah. En la pantalla, los subtítulos son lo inesencial. Reunirlos, sin embargo, en un libro, registrar, página a página, esta sucesión de instantes puros que mantienen en la película la escansión impuesta por el orden fílmico, les obliga a pasar, sin embargo, de lo inesencial a lo esencial; les confiere, de golpe, un estatuto diferente, una distinta dignidad y algo así como un sello de eternidad. Tienen que existir solos, defenderse solos, sin ninguna indicación de puesta en escena, sin una imagen, sin un rostro, sin un paisaje, sin una lágrima, sin un silencio, sin las nueve horas y media de cine que constituyen Shoah. Incrédulo, leo y releo este texto exangüe y desnudo. Una extraña fuerza lo recorre de una a otra parte; él resiste, vive de su propia vida. Es la escritura del desastre y, para mí, esto es otro misterio…Durante la larguísima preparación del film me invadió la sensación de vivir entre muertos. El reino de la muerte había triunfado. Cuando encontraba a algún testigo vivo, tenía la sensación de exhumarlo… Shoah es un film sobre el último instante, sobre la radicalidad de la muerte en las cámaras de gas, sobre los únicos testigos de la aniquilación de todo un pueblo.. Casi nunca dicen yo, dicen nosotros. Nadie cuenta por qué combinación extraordinaria de coraje, audacia o suerte consiguió sobrevivir, o como ha sido su vida después. Eso no tiene importancia. Ni lo pregunté. Sobrevivir es lo anecdótico, es lo que contó Steven Spielberg en su película.”

Simone de Beauvoir: “No resulta fácil hablar de Shoah. La película tiene magia y la magia no se puede explicar. Después de la guerra, hemos leído gran cantidad de testimonios sobre los guetos y sobre los campos de exterminio; hemos quedado conmocionados. Pero, al ver ahora la extraordinaria película de Claude Lanzmann, caemos realmente en la cuenta de que no sabíamos nada. A pesar de todos nuestros conocimientos, la experiencia, con todo su espanto, permanecía a considerable distancia de nosotros. Por primera vez, podemos vivirla dentro de nuestra cabeza, en nuestro corazón, en nuestra carne. Se convierte en algo nuestro. Ni mera ficción, ni estricto documento, Shoah logra esta recreación del pasado con una impresionante economía de medios: lugares, voces, rostros. El gran arte de Claude Lanzmann consiste en hacer hablar a los lugares, resucitarlos a través de las voces y, más allá de las palabras, expresar lo indecible mediante los rostros. El montaje de Claude Lanzmann no obedece a un orden cronológico; yo diría –si se puede emplear esta palabra a propósito de esto– que es una construcción poética. Nunca jamás hubiera podido imaginar semejante alianza entre el horror y la belleza. Desde luego, la segunda no es capaz de ocultar al primero, no se trata de esteticismo: al contrario, ella la ilumina con tal inventiva y con tal rigor, que podemos darnos cuenta de que estamos contemplando una gran obra. Una obra maestra en estado puro.”