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lunes, 27 de abril de 2015

Impresionante imagen que te exige que no te amilanes, que lo cuentes, que te rebeles. Y que compartas mi pesadilla: La Memoria al servicio de la Justicia. Día 117

Suelen los adversarios de la verdad y también los equidistantes que muy dignos ellos se apalancan en su fementida objetividad, el reprochar a TODOS LOS ROSTROS y a mí como su autor indeseado un pecado de deliberada estafa y engaño, mi pecado capital de supuesta adulteración del pasado, tergiversación de la realidad, manipulación de los hechos, quebrantamiento de lo que ellos entienden como cierto y auténtico...

Sea. Démosles carnaza, entonces. Esta foto puede valer para ello. Me achacan mis mentiras y mi deformación de los hechos. Pongámoslos a prueba, entonces. Los herederos de los asesinos del XX y los intocables inmaculados del XXI sólo tienen que ver esta imagen. En ella me encuentro yo. Estoy. Buscadme. Y estás tú. ¿Ves mis ojos? Son cientos, MILES. Ahí estoy yo, décadas antes de nacer. Y tú. Mi padre preso, mi abuelo fusilado o asesinado por hambre, malos tratos y enfermedad deliberada; tus mayores represaliados; tu padre, tu madre y tus abuelos y bisabuelos acallados por el miedo a hablar, por el terror a significarse, por el pavor que inspiran los pelotones de fusilamiento y los tiros de gracia, por la opresión de quien se sabe observado y silenciado. Ahí estoy yo, repito. Y estás tú. En el fondo de esas miles de ojos que desde el pasado centran su mirada en tí. Te observan. Y reclaman tu reacción. Tus mayores y los míos exigen nuestra rebeldía. Ellos y ellas murieron, fueron presos, maltratados y oprimidos porque se atrevieron a soñar, a pensar en un mundo distinto en el que el beneficio de la administración de lo que es de todos, fuera para todos; en el que la propiedad del agua, de la luz, de la tierra y del aire fueran comunales; en el que las grandes empresas y las grandes fincas fueran autogestionadas por quienes las trabajaban; y en el que los pobres y explotados dejaran de serlo. En los ojos de quienes te miran transcendiendo a través del tiempo puedes sentir esas ideas y ese pensamiento. Ya sabes. No te amilanes. Siente, cuéntalo, rebélate. Y comparte mi pesadilla. Y mis sueños.


Cientos de prisioneros y prisioneras en la Prisión provisional de Burriana (Castellón), en el antiguo convento de La Mercè, entre 1939 y 1942. Muchos de ellos fueron asesinados o condenados a eternas y desmesuradas penas de cárcel. Más información sobre los protagonistas y el escenario de la terrible imagen, contextualizada con sabiduría por la investigadora del CED Lourdes Burdeos Díaz-Tendero, en cedborriana.wordpress.com.