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domingo, 15 de junio de 2008

Justicia de Venganza

Los prisioneros que no fueron asesinados in situ o durante las sacas que hicieron en los campos y en las cárceles los pistoleros falangistas y cedistas, tuvieron que enfrentarse a a los juicios de los vengativos rebeldes.

La farsa de "Justicia" de guerra franquista se definió por su excepcionalidad, por su irregularidad y por su caracter sumarísimo. Cual si fueran nazis de la Wehrmacht alemana en territorio francés o polaco, oficiales del ejército franquista sublevado --sin cualificación jurídica ni colegiación alguna-- conformaron los tribunales de urgencia fascistas, y procedieron a abrir y cerrar procedimientos sumarios bajo el chocante epígrafe autonominado de "Ejército de Ocupación. Procedimiento Sumarísimo de Urgencia".

Las parodias de juicios solían ser colectivas, las defensas eran inexistentes o inútiles (en algún caso el abogado --teniente o capitán franquista-- llegó a pedir la misma pena que el fiscal), las pruebas eximentes no se admitían, las declaraciones en descargo del propio acusado eran suprimidas o despreciadas, los avales fueron ignorados y las trágicas condenas se practicaban en serie y seguían una funesta plantilla.

En veintenas o treintenas, los prisioneros entraban en las salas y se les obligaba a guardar silencio a la espera de que los jueces militares accedieran al tribunal. En los pocos casos en los que el secretario del tribunal procedía a hacer lectura de las acusaciones, los presos escuchaban por primera vez cuáles eran los delitos de que se les imputaba. Un oficial franquista al que nunca habían visto ni cruzado con él palabra alguna, se levantaba desganado y pedía para alguno de ellos clemencia, rebajando en sólo un grado la pena solicitada por el fiscal. Y el juez, los jueces, emitían en ese momento su terrible veredicto de muerte. Por su condición de afiliado a sindicato, por su pertenencia al Ejército Popular de la República, por haber escrito en algún boletín interno del batallón, por dibujar una caricatura de Queipo en el periódico mural del instituto, por no ser católico practicante o por haber hecho un simple comentario crítico hacia los golpistas sublevados, los prisioneros eran condenados a terribles penas.

Eran diezmados. De cada diez, quizás se salvara uno, de cada veinte, con suerte dos. Uno o dos, con condnas a 20 o 30 años. El resto, a muerte. Fusilados. Desde 1936, estas farsas "jurídicas" se repitieron al menos 20 años más. A principios de los años 50 las condenas a muerte fueron desapareciendo gradualmente del catálogo de penas impuestas asiduamente por los tribunales, los jueces militares fueron substituidos por civiles, y los abogados pudieron acceder a sus clientes, pero la excepcionalidad de la legislación y la justicia franquista continuó, las penas fueron disparatadas y se consideraba como delito todo lo que desde 1931 a 1936 era un derecho, es decir, el ejercicio de la libre expresión, el libre pensamiento, la libre circulación, la libre elección de ideología, la defensa de la secularización de la sociedad, de la aconfesionalidad del Estado de la democratización de los sistemas de elección de los gobernantes. Una instancia de excepción, llamada Tribunal de Orden Público (TOP) continuó durante los años 60 y 70 refrendando jurídicamente con sus condenas a progresistas y librepensadores el caracter dictatorial del antidemocrático régimen. Incluso en el tardofranquismo segúía siendo un gravísimo delito organizar o simplemente participar en conflictos laborales o huelgas (las penas solicitadas por el fiscal para los encausados en el Proceso 1.001 fueron cercanas a los 20 años de reclusión).

La muerte del dictador y la instauración de un sistema democrático constitucional debieron haber puesto fin a estos desmanes de los golpistas, pero nuestros legisladores --supuestamente herederos de aquellos que dieron su vida por defender los derechos de sus democráticos sucesores-- se niegan a anular los juicios, las sentencias y los actos administrativos de franquismo que dieron lugar a las condenas, los asesinatos y la aniquilación de los demócratas. ¡¡Vergüenza eterna para los que apoyaron esta funesta ley!!

Vergonzoso recorte de prensa publicado en la revista "SEMANA" en marzo o abril de 1940. En el puede verse una instantánea del desarrollo de un consejo de guerra contra presos republicanos. Ha sido enviada por la nieta de Arturo Lodeiro, Julia Mota, al foro y grupo http://www.memoriaylibertad.org/ que con tanto tesón y ahínco mantienen y llevan fundamentalmente los destacados memorialistas Eva Bernalte y Tomás Montero. En este sitio web podemos leer los siguiente con respecto a este jucio falsario: "Consejo de Guerra 5 Sumario 48.310 que aparece en la foto. Me atrevo a asegurar que estan sentados en el orden de la lista tomada de las dos primeras hojas de la sentencia. En la Plaza de Madrid a 8 de Abridle 1940.-Reunido el Consejo de Guerra Permanente numero 5, para ver y fallar la causa seguida con el numero 48.310,por el procedimiento sumarisimo de urgencia contra los siguientes procesados: Leopoldo Carrillo Gómez Virgilio Escamez Mancebo Fernando García Peña Manuel Ramos Martínez José Delgado prieto Nicolás Hernández Macias Agustín Aliaga de Miguel Enrique Peinador Porrua Arturo Lodeiro Sánchez Benigno Mancebo Martín José Maria Ovejero de Gande Argimiro Basillo Barrero Félix del Castillo Rienda *** Eloy de la Figuera González Argimiro Jiménez Hernández Angel Evia Menéndez Ángel del Río herrera Felix Hueto Labermero Santiago Juan Rodríguez Federico Pérez Díaz Mariano Cabo Pérez Alberto Uriarte Presilla Guillermo Fillola González Luís Vázquez Téllez Antonio Ariño Ramis José Jurado Plaza Mariano albert Brigada Mateo Castañar Canales Salvador Aguado Cordón José Sánchez Macias José Maria del Toro Herrero *** Damián Sánchez Salguero Luís García Llopis Eleuterio Muñoz Alonso Cristóbal Pérez Cáceres Juan Vera Vega Juan Bernardo Martín Daniel Cuesta Cadalso Fernando de Castro martín Florentino Gadastegui Gandarias Pablo Gadastegui Gandarias Pablo Andujar García Francisco García Lara Carlos Fernández Chapi*** Jesús Yuste Alcobendas*** Francisco Mateo Carmona*** Justa Molero Fernández * José Rivera Castillo Roman Arizpe Alzpitartze Juan Fidel Losa Petite Anastasio Hernández Moreno Manuel Corchado Duran Avelino Cabrejas Platero Adolfo Zamarriego Clemente ** Juan de los Ríos Rosas Gonzalo Suárez Molino Eustaquio Garrote Zapatero Joaquín Valentín Pastrana Juan de Dios García Paulino Julio Diamante Menéndez **".

*** Sentenciados a 30 años y un día de prisión
** Sentenciados a 20 años y un día de prisión
* Sentenciada a 12 años y un día de prisión



Consejo de Guerra contra Joan Comorera, fundador y dirigente hisfórico del PSUC. Fue detenido en 1954, y llevado a juicio militar en agosto de 1957. Se le condenó a 30 años de prisión. Trasladado a la cárcel de Burgos para su cumplimiento, murió el 7 de mayo de 1958

Jueces del Tribunal de Orden Público (TOP)

Jueces del Tribunal de Orden Público (TOP)