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martes, 1 de julio de 2008

Terrible represión en Ciudad Real

Toda Ciudad Real, capital y provincia, permaneció fiel a la República durante el desarrollo de los primeros días del golpe de estado y la subsiguiente guerra civil. Los obreros de Puertollano, Tomelloso, Alcázar de San Juan, Almadén, Manzanares, Valdepeñas,... los sindicalistas de la capital y fundamentalmente los jornaleros de toda la provincia --incentivados éstos por el acceso a la propiedad comunal o privada tras las expropiaciones y colectivizaciones de la Reforma Agraria-- se alistaron en masa en las divisiones, brigadas y batallones del Ejército Popular de la República. Miles de ellos cayeron en los frentes de guerra de Madrid, Cataluña, Aragón y Córdoba-Extremadura. Y otros muchos miles más fueron presa de los vengativos golpistas triunfantes al finalizar la contienda. En Valencia y Alicante, en Barcelona, en el centro o en el frente extremeño, los ciudarrealeños fueron hechos prisioneros en masa por las escuadras falangistas y carlistas y por los soldados victoriosos.

Tras la represión inicial en los campos de concentración --que se cebó en los naturales de esta provincia fiel al ideal republicano--, los manchegos fueron clasificados y remitidos a Ciudad Real para ser juzgados y condenados. Muchos serían víctimas de sacas indiscriminadas y asesinados extrajudicialmente. Otros fueron fusilados tras unas parodias de juicios con tribunales irregulares. El extraordinario trabajo del vicerrector del campus de la Universidad de Castilla-La Mancha en Ciudad Real, Francisco Alía Miranda, titulado "La guerra civil en retaguardia: conflicto y revolución en la provincia de Ciudad Real (1936-1939)" y los trabajos de ampliación y revisión posterior de historiadores y memorialistas locales (ver la anotación escrita por Javier de la Puerta en http://www.sbhac.net/Republica/Victimas/Repre.htm) han elevado por el momento la cifra de las víctimas mortales de la represión franquista en Ciudad Real capital y provincia hasta las 2.228 personas fallecidas inscritas en los libros de defunción de los registros civiles. Faltaría por contabilizar los fallecidos inscritos en otros registros y los asesinados indiscriminadamente no inscritos en ningún libro de defunción. Quizás uno de los mejores trabajos de investigación sobre la represión y el sistema judicial franquista en Ciudad Real puede leerse en el post "Fusilamiento de mi abuelo y prisión de mi padre", en el que se incluye la ponencia "Justicia de venganza. Los Sempere: la represión política de una familia republicana de Ciudad Real" presentada por el investigador Óscar Bascuñan al Congreso sobre la Guerra Civil celebrado en Ciudad Real en noviembre de 2.006 (ver http://guerracivil.forumup.es/about132-15.html páginas 1 y 2)

Pero la represión, además, produjo una espeluznante diáspora nacional e internacional de manchegos, digna de un estudio profundizador aún por realizar. Decenas de miles de ciudarrealeños fueron dispersados por los campos, prisiones, penales y cárceles de toda España. En El Dueso, en San Simón, en Ocaña, en Miranda de Ebro, en El Puerto de Santa María, en Gran Canaria o en Tenerife, en Madrid, Valencia o Barcelona, aún se conserva la memoria de estos muy numerosos presos de La Mancha y se guardan sus restos en fosas innominadas. Sólo en la de Valdenoceda (ya exhumada) se conservaban los restos de 50 ciudarrealeños, el 30% del total de los fallecidos.

Imagen de un grupo de presos antifranquistas en la Prisión Provincial de Ciudad Real al poco de finalizar la guerra, reproducida del libro "La Guerra Civil en retaguardia. Ciudad Real" de Francisco Alía Miranda.


Fotografía de prisioneros republicanos en una "celebración" con motivo del día de la Virgen de la Merced, 24 de septiembre de 1940. Se pueden contabilizar a 55 personas en la imagen. Todos ellos, serios y demacrados, parecen asustados y preocupados ante el fotógrafo. Sólo una de estas personas sonríe para la posteridad: el cura. Cortesía de José Martín de Consuegra.