Cuando historiadores, arqueólogo@s, forenses, familiares, amig@s, personas comprometidas con el presente, memorialistas todos al fin y al cabo recuperamos restos, lo que hacemos realmente es rehabilitar memorias, dignificar historias vitales y revitalizar ideas que sentimos aún vigentes.
Cuando la caverna extremosssamente derechista, los poderosos y poseedores de siempre, los herederos patrimoniales de los fascistas nos persiguen y pretenden desacreditarnos llamándonos mentirosos y subvencionistas, en realidad nos estimulan y nos sirven de acicate.
Pero cuando la plutocracia local cuenta además con el apoyo fáctico y para nada tácito de los orgullosos NiNis de círculo morado podemitas ellos que presumen no ser de estribor ni de babor y que tildan de trileros a nuestros mayores por defender izquierdistas visiones de la vida, entonces siento un profundo asco y una enorme repugnancia al comprobar que la aniquilación deliberada de la vida, el ejemplo, la lucha y la historia de los nuestros a manos de los oligarcas armados fue enormemente exitosa y prolongadamente tóxica en décadas siguientes, salpicando incluso a los iletrados payasos politólogos de coleta que hoy se postulan para gobernar el Estado español sin un mínimo ideario ni un acervo político básico. Los mismos que debieran haberse inspirado en el ejemplo de los dignos defensores de la Libertad, pero a quienes traicionan y vuelven la espalda. ¡Trileros!
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