18 de Julio: un año tras otro, tras otro y tras otro. Nada cambia. Los mismos de siempre seguís ahí, al frente del cotarro, cabrones, en vuestros mismos despachos, en los mismos salones, con más dinero y más patrimonio en vuestros balances, mientras que los que nada o poco tienen, con menos aún cuentan. Persiste vuestra injusticia, gobierne quien gobierne pues nunca conseguimos que se produjera la ruptura soñada. Nos calzasteis la engañosa reforma y os cambiasteis sólo el collar, pero seguisteis siendo los mismos perros. Y las mismas causas que llevaron a nuestros mayores a luchar contra vosotros por un mundo mejor hace 80 años siguen ahí: acumulación de riqueza desmesurada en vuestras pocas manos; pobreza; desigualdad; ausencia de oportunidades; desvalimiento del débil; restricción de derechos cívicos, políticos y sociales; dictadura del capital, vuestra dictadura; opresión sobre el disidente, sobre nosotros...
Todo sigue igual. Desde hace 80 años y hasta hace 40 asesinasteis a los nuestros por querer cambiar el mundo. Desde hace 40 años y hasta hoy continuáis encumbrados, dominando los medios de producción, los recursos, los resortes del poder, las armas, los funcionarios que las manejan y nos acogotan con ellas, los jueces que nos condenan por protestar... Pero nosotr@s no nos rendimos. Nuestro deber es rescatar no sólo los huesos de los republicanos antifascistas represaliados, sino ante todo revitalizar las identidades, las vidas, los actos, los ejemplos y las ideas que los llevaron a la tumba, a las cárceles, al exilio, a la represión perpetua. Porque sus ejemplos serán nuestra inspiración para seguir luchando contra vuestra injusticia, vuestra opresión, vuestra tiranía.
De la reiteración nacen estas líneas que acabas de leer, redundancia con otras mil líneas que habré escrito aquí, repetición de lo dicho antes... Del desaliento y la tristeza. Pero no dejan de ser certezas para mí. Por eso las comparto contigo. Y quizás por ello sólo me reste hacer una llamada al compromiso y la entrega, aún cuando no pueda apelar a la esperanza. No soy optimista con respecto al futuro, pero sé cuál es mi deber acerca de cómo encararlo y qué debo seguir haciendo para intentar cambiarlo. Como lo sabía el checo Julios Fucik, periodista y escritor comunista fusilado por los nazis en Berlín, en 1943, cuando escribió su testamento vital "Reportaje al pie de la horca", su mensaje en una botella para quien supiera descifrarlo 70 años después, De él procede este breve extracto:
"Sólo os pido una cosa: Si sobrevivís a esta época, no olvidéis. No olvidéis ni a los buenos ni a los malvados. Reunid con paciencia los testimonios sobre aquellos que cayeron por ellos y por nosotros. Un día, el hoy pertenecerá al pasado y se hablará de una gran época y de los héroes anónimos que han hecho historia.
Quisiera que todos supiesen que no hay héroes anónimos. Eran seres con nombres, con rostros, con deseos y esperanzas, y el dolor del último de los últimos no ha sido menor que el del primero, cuyo nombre perdurará para siempre".
Julius Fucik. Comunista, escritor y periodista. Detenido por la Gestapo en 1942. Asesinado en Berlín en 1943. Su obra más transcendente, "Reportaje al pie de la horca", puede leerse en este enlace: http://archivo.juventudes.org/textos/Julius%20Fucik/Reportaje%20al%20pie%20de%20la%20horca.pdf