Lugar de la memoria visual de los prisioneros y presos republicanos y antifranquistas, construido como homenaje a todos los represaliados por el fascismo y el franquismo en la España de la guerra civil y postguerra.
Me llamo Alfonso de la Morena Prado. Soy concejal síndico en el ayuntamiento de Aldea del Rey, en Ciudad Real. Estoy afiliado a la Unión General de Trabajadores y soy secretario local de la casa del pueblo.
En octubre de 1939, el delegado de información e investigación de Falange Española Tradicionalista y de las JONS de mi mismo pueblo ordenó mi detención. Fui juzgado por un consejo de guerra permanente ilegítimo, por razones políticas e ideológicas, en virtud de sentencia sin las debidas garantías ni derecho a defensa.
En agosto de 1940 fallecí en la prisión de castigo de valdenoceda, cumpliendo 30 años de prisión mayor.
70 años después, mi familia y mi nieto Julián de la Morena López siguen pidiendo justicia. ¿Hasta cuándo?
Me llamo Ernesto Sempere Beneyto. Soy ingeniero. Presido el partido Unión Repúblicana en mi provincia, desde donde he dirigido el Instituto de Reforma Agraria y las Juntas de Incautación de grandes fincas manifiestamente mal cultivadas. Soy leal al Estado Republicano y a sus instituciones, por lo que condeno la sublevación militar y civil fascista. Me he opuesto a ella políticamente y estoy al mando de un Batallón del Ejército, que he creado para defender a la República en el frente de Extremadura. En otoño de 1939 me detienen. Un tribunal compuesto sólo por militares golpistas me juzga. Me asesinan con otros 20 compañeros el 17 de julio de 1940.
No pude escoger a mi abogado, no tuve un juicio justo y fui a parar a una fosa común.
70 años después, mi familia sigue pidiendo justicia. ¿Hasta cuándo?
--------------------------------------
Me llamo Ernesto Sempere Villarrubia. Soy estudiante y responsable de Agitación y Propaganda en el Instituto de Enseñanzas Medias de la ciudad donde resido. En el verano de 1937 y con 16 años, me escapo de casa y me enrolo en una brigada anarquista para defender a la República en el frente de Extremadura. Después de recuperarme de graves heridas sufridas en combate, paso el resto de la guerra como sargento de enlaces en un Batallón del Ejército republicano fundado por mi padre. En otoño de 1939 me detienen. Un tribunal compuesto sólo por militares golpistas me juzga y me condena a 20 años de prisión por haber dibujado una caricatura del general golpista Queipo de Llano.
No pude escoger a mi abogado y no tuve un juicio justo.
Fusilaron a mi padre, condenaron a muerte a mi tío, detuvieron a mi hermano menor.
Tras 10 años de penar por doce cárceles distintas, salí en libertad condicional desterrado para siempre de mi ciudad. Fallecí en el año 2005, sin haber conseguido que mi juicio y mi sentencia fueran anulados.
70 años después de mi detención, mi familia sigue pidiendo justicia. ¿Hasta cuándo?
15 relatos separados en el vídeo por el estruendo de la descarga de un pelotón de fusilamiento
Pedro Almodóvar interpreta a Virgilio Leret Ruiz, aviador, Jefe de las Fuerzas Aéreas de la Zona Oriental de Marruecos. Fue el primer militar asesinado por sus compañeros sublevados al amanecer del 18 de julio de 1936 en la Base Aérea Militar de Melilla. No tuvo ni abogado, ni juicio, ni sentencia. Sus hijas todavía lo están buscando. El cineasta no ha podido asistir a la presentación del vídeo porque estaba haciendo localizaciones para su próxima película, pero envió una nota en la que se leía: "No es una cuestión política, sino humana. España no debe olvidar la deuda que tiene con estas miles de familias".
Maribel Verdú pone voz a Primitiva Rodríguez, enlace de la guerrilla antifranquista, detenida el 6 de septiembre de 1947. Su sobrino iba con ella y vio cómo dos hombres la violaban detrás de unos arbustos mientras a él lo alejaban del lugar en una camioneta.
Javier Bardem es Francisco Escribano, un cabrero de 18 años al que fusilaron el 1 de julio de 1941 por haber robado "para los del monte" dos sacos de garbanzos, una manta, unas tijeras, seis calcetines, seis pañuelos y diez pesetas. En la misma tapia, y por el mismo delito, murieron su padre, dos de sus tíos y uno de sus primos.
Almudena Grandes se mete en la piel de Granada Garzón de la Hera. El cura de su pueblo la denunció por no estar casada por la Iglesia. Primero la excomulgaron, después, la raptaron y le raparon la cabeza. Fue fusilada con otras 16 mujeres. Después de enterrar sus cuerpos en un lugar desconocido, denunciaron a su marido. También fue asesinado, como el mayor de sus siete hijos. "Lo que han visto", ha dicho la escritora tras la presentación del vídeo, "no tiene que ver con el pasado de este país, sino con el presente, y sobre todo con su futuro. La democracia no puede seguir ignorando esta tragedia y caminando sobre el vacío. Esto no es un ejercicio nostálgico, sino una llamada a la reflexión sobre el tipo de país que queremos ser", ha añadido.
María Galiana, que antes de ser actriz fue maestra, recuerda la historia de Balbina Gayo Gutiérrez, maestra republicana, detenida el 9 de septiembre de 1936 y asesinada al día siguiente. A su marido, Ceferino Farfante Rodríguez, también maestro, lo mataron un día después, cuando fue a preguntar por ella. Dejaron tres hijas muy pequeñas que todavía los están buscando. Entre ellas, Hilda Farfante, que ha asistido, muy emocionada, a la presentación del vídeo. "Me ha parecido un grito contra tan largo y vergonzoso silencio. Nadie había hecho nada semejante por nuestros muertos. Gracias en nombre de 113.000 familias", ha dicho.
Juan Diego Botto es Santos Valentín Francisco Díaz, herrador, tesorero del Círculo Obrero. Fue detenido en agosto de 1936 y encerrado en un campo de concentración. En octubre de ese mismo año le fusilaron junto a otras seis personas en Villadangos del Páramo (León). Dejó siete hijos, el mayor de 17 años, el menor de 11 meses. Su cuerpo no ha sido recuperado. Botto ha agradecido esta mañana "el coraje, la generosidad y la inmensa paciencia que los familiares de las víctimas han demostrado todos estos años, desde la Transición", y ha deseado que el país "se ponga a su altura".
Carmen Machi pone voz a Isabel Picorel. El 26 de agosto de 1936 escapó de su casa junto a sus tres hijos, después de que la avisaran de que los falangistas iban a detenerla por sus simpatías republicanas y como castigo a su marido, quien, tras el golpe de Estado del 18 de julio, se había unido a las fuerzas democráticas republicanas de Asturias. Al volver a su casa para recoger algunas pertenencias fue detenida. La asesinaron junto a otros tres hombres en una cuneta en el municipio de Fresnedo.
Juan José Millás es Antonio Parra Ortega, un jornalero de 34 años, asesinado el 4 de septiembre de 1936. Tenía dos hijos y dos meses después de que lo asesinaran nació su hija Antonia que ha viajado desde Marchena a Madrid para ver el vídeo. "Me ha emocionado mucho conocerla", ha dicho Millás, al que le había impresionado mucho sobre todo, una imagen de la historia de Antonio Parra. "Su mujer enterró los libros que había en casa en el patio porque ella sabía que lo habían matado por leer".
Aitana Sánchez-Gijón recuerda a Julia Conesa, una de las 13 rosas. En mayo de 1939 un conocido de su novio la denunció a la policía. La fusilaron el 5 de agosto. Tenía 19 años. La actriz, muy emocionada, ha reconocido, tras ver el vídeo, que le estaba costando "mantener la compostura". "La democracia no es completa si no hay reparación. Ya basta", ha dicho.
Paco León se pone en la piel de su bisabuelo, Joaquín León Trejo, maestro de escuela en un pueblo de Sevilla. Un alumno le denunció por republicano. Le fusilaron a él y a sus dos hermanos.
Pilar Bardem habla en nombre de María Álvarez, que durante años ayudó a los guerrilleros antifranquistas. Fue asesinada con su hermano Marcelino en julio de 1951.
José Manuel Seda recuerda a Gerardo González Iglesias, jornalero, militante de UGT y padre de cuatro hijos. Al comienzo de la guerra se alistó como miliciano. Fue fusilado el 5 de marzo de 1938. Fue a parar a una fosa común. Sus hermanos Ángel, de 32 años y Ramón, de 26, también fueron asesinados. En la presentación del vídeo ha destacado la valentía de los que, como Gerardo González, habían dado su vida por defender sus convicciones. "Me pregunto si yo sería capaz de tirarme al monte para defender lo que creo".
Hugo Silva es José Villalibre Toral, albañil y labrador. El 22 de agosto de 1936 fueron a buscarlo un grupo de falangistas, que lo asesinaron horas después. Tampoco tuvo ni abogado, ni juicio, ni sentencia.
Miguel Ríos recuerda a Severiano Rivas, alcalde republicano. Fue detenido en 1936 mientras estaba tomando un café. A los dos meses, le pegaron un tiro y abandonaron su cuerpo en los alrededores del cementerio.
Juan Diego es Feliciano Marcos Brasa, de Destriana (León), miembro de las Juventudes Socialistas de su localidad natal e hijo de Higinio Marcos Pérez, presidente de la Sociedad de Trabajadores de la Tierra. A finales de julio de 1936, Feliciano fue secuestrado en su pueblo y torturado, asesinado y enterrado en un paraje alejado varios kilómetros. En octubre de ese mismo año su padre fue también asesinado junto a dos vecinos.
Más detalles en http://www.contralaimpunidad.com/detalle.php?id=680