Soñaron con socializar beneficios, expropiar tierras, nacionalizar
industrias esenciales, universalizar la Educación, la Sanidad y la
Cultura, limitar la propiedad privada... Lo venían imaginando
desde décadas antes, pero nuestros mayores sólo fueron detenidos,
torturados y asesinados cuando comenzaron a convertir el sueño en
realidad, cuando quisieron acabar con los privilegios centenarios de una
clase hasta entonces dominante. Hoy, 80 años después, nosotr@s sus
descendientes del XXI sabemos que por mucho que queramos revestir la
verdad con adornos postmodernistas y disfrazarla con ropajes
realpolitiks, sólo nos resta un camino, el de regresar --a pesar de que
nos tilden de fósiles inadaptados-- a las ideas esenciales del XIX:
Socializar, Expropiar, Nacionalizar, Universalizar, Limitar... Como
ellos, muchos de nosotr@s nos atrevemos a soñar con esas mágicas palabras. Pero
el [im]posibilismo derrotista, la obsesión consumista, la alienante tecnología y
los medios cómplices (todos) han castrado nuestra suave rebeldía.
¿Llegará el día en el que alguna generación venidera haga realidad los
sueños de nuestros ancestros?
Republicanos condenados a muerte por sus ideas marchan camino del paredón custodiados por sus verdugos fascistas. Agosto de 1936. Imagen de "Iberfoto".