Enfermera republicana de un Hospital de Sangre en el frente de Buitrago de Lozoya. Julio de 1936. Imagen obra del prestigioso fotoperiodista Luis Ramón Marín (1884-1944). Durante más de 50 años y hasta mediados de los años 90 del XX, su esposa Eduarda Plá ocultó en el interior de un secreto butrón en un muro de su vivienda madrileña más de 18.000 negativos en película y placas de cristal, los cuales a mediados de los años 90 del XX entregó a la Fundación Pablo Iglesias, tras constatar la consolidación del régimen democrático parlamentario. En los años 2007 y 2008, la Fundación Telefónica patrocinó la exhibición itinerante de una exposición con más de 200 de esos negativos, unos de fotografías aéreas, otros de celebraciones familiares, otros de acontecimientos de la realeza, taurinos, deportivos, políticos.... Muchos pueden contemplarse en el enlace network54.com/Forum/394728/message/1244036027/Luis+Ram%C3%B3n+Mar%C3%ADn,+el+fot%C3%B3grafo+del+aire.+%28La+frase+no+es+mia%29, así como en la página rosademadri.blogspot.com.es/2007/12/tras-el-tabique-luis-ramn-marin.html.
Hace tiempo que no leía algo tan hermoso, tan bello, en el más auténtico y profundo sentido del término.
ResponderEliminarDe la enfermera, ¿qué puedo decir que no hayas dicho tú mejor que lo haría yo?
Salud!
Gracias, Loam, gracias infinitas.No me sería posible escribir de nuestros mayores, si no supiera que tú y otr@s lectores estáis ahí detrás para leerme. Ya sabes que mis textos no son historicistas y aunque en ocasiones y con cierta frecuencia aporto sobre ellos datos novedosos o pocos conocidos, mi enfoque pretende fundamentalmente explorar, más sus vivencias, sentimientos y experiencias, que contribuir exclusivamente con datos, cifras, magnitudes y fríos análisis de causas y consecuencias a la comprensión del fenómeno de la represión franquista. Estimo que mi obligación, nuestra obligación, es implicarnos emocionalmente con las vidas de los que nos precedieron y participar primero de sus ilusiones primigenias compartiendo y revitalizando su ideario y luego asumiendo íntimamente su dolor, su desazón y su miedo durante tantos años de pavor y de muerte. Por eso, después o antes de contextualizarlas, con frecuencia construyo mis entradas alrededor de terribles instantáneas e intento imaginar y transmitir lo que pudieron sentir, no el fotógrafo sino los retratados en esos momentos de horror. No siempre consigo sentir. No siempre puedo narrar lo que siento. Cuando eso ocurre, entonces sí, acudo a la frialdad de los datos, cifras, magnitudes, fechas para ilustrar las tremendas imágenes que voy capturando por la red. Pero como tú, como tantos amig@s, a veces insisto más, a veces consigo transmitir, en otras renqueo y bacheo, más no cejaré en el empeño de luchar por la Verdad, la Justicia y la Reparación y contra el Olvido y el Perdón. Un fuerte abrazo, Loam.
ResponderEliminarGracias a ti, Paco, por tu tenaz, legítimo y necesario empeño en la lucha por la Justicia. Empeño que comparto y que, a buen seguro, anima a cuant@s te leemos a seguir luchando y a no olvidar.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo contigo, hemos de implicarnos emocionalmente con cuant@s nos precedieron en la lucha, siempre estaremos en deuda con ell@s.
Salud, y un fuerte abrazo, compañero.