En el último año de los 30 y
durante toda la década de los 40 era Madrid una inmensa prisión. Decenas de
centros de detención, interrogatorio y tortura; 10 campos de concentración; más
de 35 juntas de clasificación y depuración; 15 comisarías de distrito; 10
cuarteles de la Guardia Civil; 10 delegaciones de distrito de Falange; muchos
tribunales y juzgados; cementerios... Y cárceles, más de 20 cárceles. Decenas y
decenas de miles de mujeres y hombres
pasaron por alguno estos sitios, muchos para ser asesinados en su interior y
otros muchos para ser maltratados y recluidos en ellos durante meses y años. 75
años después, en estos aciagos tiempos de olvido y desmemoria, los modernos
urbanitas de la capital vuelven la espalda a aquel criminal pasado e ignoran que
el injusto presente del que abominan es su directo heredero. Pero bueno es
refrescarles la memoria y dar las pistas necesarias para geolocalizar estos
lugares de muerte. Quizás a partir de hoy y cuando caminen con prisas por las
calles de su ciudad, los madrileños aparquen durante un instante la aceleración
vital que suele caracterizarles, despeguen la vista de su dispositivo móvil,
miren a su alrededor y cuando encuentren que se hallan ante uno de estos
altares en los que la Libertad y sus defensores fueron sacrificados, musiten
una plegaria o mascullen un verso en homenaje a los allí secuestrados y caídos.
Pueden entonces hacerlo cuando estén en...
Calle Marqués de Mondéjar,
números del 16 al 22. Allí estaba la Prisión Central de Madres Lactantes de Ventas,
instalada entre 1945 y 1960 en un pequeño rincón del ala sudoeste de la cárcel
de mujeres de Ventas.
Ronda de Atocha, número 27.
Fue antes y después de ser Prisión de Atocha el Colegio de los Salesianos de la Ronda de Atocha.
Calle del Barco, 24. Allí
estaba la Prisión de Barco, en el edificio que antes habían ocupado los
estudios de Discos Columbia y que en la actualidad tienen uso residencial, con
locales cerrados en planta baja.
Paseo de Eduardo Dato, antes
calle o paseo del Cisne, número 2, Chamberí. En lo que antes era el Colegio de
las Damas Negras y ahora el Colegio Blanca de Castilla y edificios
residenciales, allí estaba la Prisión de Cisne.
Calle de Claudio Coello, 112.
Allí, en el antiguo y actual Convento de Santo Domingo el Real y local de
varios comercios, estaba la Prisión de mujeres de Claudio Coello.
Plaza de las Comendadoras.
Lugar donde se ubicaba el Convento de las Comendadoras de Santiago,
transformado en Prisión de las Comendadoras.
Plaza del Conde de Toreno,
número 2. En lo que fue Prisión de Conde de Toreno hay en la actualidad un
edificio de viviendas.
Calle del Duque de Sesto,
número 9. Allí estuvo ubicada la Prisión del Duque de Sesto, en el viejo convento
de los franciscanos, que ahora está ocupado por la Parroquia de San Antonio del
Retiro y por dependencias parroquiales.
Manzana definida por las calles General Díaz Porlier, 58, Padilla, Conde de Peñalver y Ortega y Gasset. Tras la guerra se convirtió en la terrible Prisión Provincial de Hombres número 1, conocida como Prisión de Porlier. Con el tiempo volvió a convertirse en el Colegio Calasancio y en el Colegio Universitario Cardenal Cisneros, con unos pocos locales comerciales en alguno de sus bajos.
Manzana definida por las calles General Díaz Porlier, 58, Padilla, Conde de Peñalver y Ortega y Gasset. Tras la guerra se convirtió en la terrible Prisión Provincial de Hombres número 1, conocida como Prisión de Porlier. Con el tiempo volvió a convertirse en el Colegio Calasancio y en el Colegio Universitario Cardenal Cisneros, con unos pocos locales comerciales en alguno de sus bajos.
Carabanchel. Finca de Vista
Alegre. En el antiguo reformatorio se ubicó la
Prisión de Príncipe o Príncipe de Asturias, en la actualidad Instituto
de Enseñanzas Medias Puerta Bonita.
Calle Quiñónes, número 2. En
el antiguo convento de Montserrat ubicaron los franquistas la Prisión de
Quiñónes, como clínica psiquiátrica penitenciaria para mujeres. Actualmente es
el Priorato de Santo Domingo de Silos.
Manzana definida por las
calles Hortaleza, Santa Brígida y Farmacia. Donde se encontraba el antiguo
colegio de San Antón, tras la victoria franquista se ubicó la Prisión de San
Antón, luego colegio de los escolapios
Calle de San Lorenzo, número
20. Un antiguo colegio religioso se convirtió en la Prisión de San Lorenzo. Hoy
es la Residencia Universitaria Patrocinio de San José, adscrita a la
Congregación Siervas de San José.
Calle de Santa Engracia,
número 142, Chamberí. Antes y después de ser la Prisión de Santa Engracia, era
y sigue siendo el colegio Divina Pastora.
Carabanchel. Calle Eugenia de
Montijo, número 53. En las instalaciones de un antiguo reformatorio se ubicó la
Prisión de Santa Rita, más tarde Prisión Central de Trabajadores.
Conde de Peñalver, número 53,
barrio de Salamanca. El antiguo convento de monjas que allí estaba se habilitó
como Prisión de Torrijos. En la actualidad, el edificio es utilizado como
residencia de mayores por la Fundación Dª Fausta Elorz. En su fachada hay una
lápida recordando que allí escribió Miguel Hernández su “Nana de la cebolla”.
Calle Marqués de Mondéjar,
números 16 y 18. Allí se localizó el terrible matadero conocido como Prisión de
Ventas, muchos años después Hospital Penitenciario de mujeres y Centro Penitenciario
de Maternología y Puericultura. En la actualidad hay un complejo de viviendas.
Manzana definida por las
calles Juan de Vera, del Plomo y Batalla de Belchite, del barrio de las
Delicias. Allí estaba la Prisión de Yeserías. Hoy es el Centro de Inserción
Social “Victoria Kent”.
Carrera de San Isidro, número
5, junto al Puente de Segovia. Allí estuvo la Prisión Maternal de San Isidro.
Hoy, es un edificio de viviendas en el inicio del Paseo de la Ermita del Santo.
Calle Serrano, 127. En lo que
era el antiguo Instituto Escuela de Madrid se estableció la Prisión Maternal
Instituto-Escuela. Luego fue ocupado por lo que hoy es Instituto Ramiro de
Maeztu
Avenida de los Poblados,
Carabanchel. En su solar abandonado se construyó la Prisión Provincial de Carabanchel.
Cayo en desuso en épocas juancarlistas.
Tras 55 años fue derribado, para construir viviendas, oficinas y zonas verdes.
En resumen, comercios, viviendas, colegios, institutos, edificios de uso público... Todos en uso y sus usuarios, casi todos desmemoriados, habiendo olvidado que su plácido presente se fundamenta en un dolorosísimo pasado. Por eso y al modo latino elevo esta vieja y milenaria jaculatoria en homenaje a los muertos: “Te rogo, praeteriens, dicas sit tibi terra levis”.
En resumen, comercios, viviendas, colegios, institutos, edificios de uso público... Todos en uso y sus usuarios, casi todos desmemoriados, habiendo olvidado que su plácido presente se fundamenta en un dolorosísimo pasado. Por eso y al modo latino elevo esta vieja y milenaria jaculatoria en homenaje a los muertos: “Te rogo, praeteriens, dicas sit tibi terra levis”.
Gracias por recordarnos este largo listado de prisiones en el Madrid de la posguerra.
ResponderEliminarGracias a tí, Javier
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