Aniquilar al disidente, someter al desafecto y adoctrinar a la base social de la República y el Anarquismo son los métodos usados por el fascismo vencedor para recuperar los privilegios de la oligarquía a la que sirve.
Así, más de 100.000 desafectos supervivientes son condenados a penas que les convierten en esclavos durante meses o años de la Dictadura para beneficio de la plutocracia y las empresas privadas, construyendo presas, arreglando carreteras, rehabilitando palacios y conventos, reedificando iglesias y horadando en las montañas túneles, criptas y santuarios.
Miles de esclavos mueren en los trabajos. Y todos, más de 100.000, son oprimidos y amedrentados de por vida y hasta su muerte.
Ese era el propósito.
Por paco.de.jerez@gmail.com