Artista, profesor y catedrático de dibujo, José Manaut Viglietti era también republicano, masón
y anticlerical y por ello los fascistas vencedores lo apresaron,
condenaron, depuraron, sancionaron, separaron del servicio público,
apartaron de la docencia, anularon su condición de funcionario e
inhabilitaron de por vida. Recluido, liberado pero desterrado y
confinado, Manaut se sintió profundamente afectado hasta la más intima
esencia de su ser por su traumática experiencia como víctima de la
represión en las cárceles de Carabanchel y Porlier, ambas en Madrid.
Allí dibujó cientos de retratos y apuntes sobre compañeros presos en
capilla, tristes, deprimidos, a punto de ser fusilados. Manaut ocultó sus dibujos y consiguió escamotearlos escondidos entre la ropa sucia que su
esposa sacaba de la prisión para lavar.
Con los años, Manaut salió en
libertad condicional pero nunca consiguió sentirse libre, puesto
que desafortunadamente falleció en Madrid en enero de 1971, cinco años antes de la muerte
del traidor sanguinario dictador Franco. Pero años después y gracias al
esfuerzo de su hija Stella, el espíritu de Manaut volvió a la vida y los
rostros de aquellos a quienes había inmortalizado en el tránsito hacia
la muerte regresaron de entre las sombras. En el 2000, Stella
encontró de forma fortuita en el viejo estudio de su padre en la plaza de Chueca una
antigua maleta, repleta de bocetos, apuntes, algún oleo y dibujos
extremadamente personales sobre compañeros suyos en las prisiones. Estas
impresionantes obras, introspectivas, íntimas, calladas, reflexivas y
realistas son las que desde hace tres días comparto con vosotr@s. Con
ello, hoy acabo mi homenaje eterno y merecidísimo al genio de José
Manaut Viglietti. Descanse en paz. Que la tierra le sea leve y que su memoria nunca desaparezca de la nuestra.
José Manaut Viglietti. Valencia, 1898 - Madrid, 1971
Fuente de las imágenes: Área de Patrimonio Cultural. http://vrcultura.uv.es/cultura/colecciones/c/ficha.asp?ID=UV002447