"Más te vale ir a misa y que te vean el director y los guardianes. Y no tocarle las pelotas al cura de la cárcel. Primero confiésate con él y luego comulga cuando lo hagan todos y cuando el cuervo de bata negra te vea. Asegúrate de que te mira, porque tu libertad depende de ello. Es real. No exagero. Tu libertad. Estudia el catecismo y todas las oraciones y respeta la liturgia. Y prepárate para la prueba. Aunque hayas cumplido la pena, aunque reúnas todos los requisitos para salir, sólo cuando el cura te examine con rigor y te dé su nihil obstat a tu condicional, podrás salir provisionalmente a la calle. Antes no. Estudia, coño, estudia el maldito catecismo".
Misa en la cárcel de Huéscar, Granada (1940). Fuente de la imagen: elgenrojo.com, de Juan Antonio Avilés.