Siendo Director General de Prisiones entre 1938 y 1942 Máximo Cuervo Radigales, se estableció una política penitenciaria que se prolongó por décadas según la cual los presos republicanos y antifranquistas debían pagar sus penas con la privación de libertad y con trabajos de reconstrucción de zonas devastadas. El proyecto fue gestionado por el Patronato para la Redención de Penas por el Trabajo, presidido por el padre Pérez del Pulgar, figura destacada de la Iglesia franquista del que ya hemos hablado anteriormente y al que ya hemos podido ver en anteriores imágenes. Los presos forzados se clasificaron como obreros especializados y se dividieron en varios tipos según la obra y el lugar a ejecutarla (obras publicas, industrias militarizadas, obras civiles, minas y talleres, obras hidráulicas, obras forestales, carreteras, ferrocarriles, edificios públicos, etc., etc). Pero a los franquistas se les planteó el problema de qué hacer con los no aptos --bien por desnutrición o bien por su avanzada edad-- para ese tipo de trabajos. Desde 1936 hasta 1944, 6000 enfermos crónicos, viejos, inútiles y discapacitados ("impedidos") que se habían convertido en un estorbo fueron concentrados en un único centro penitenciario, un auténtico campo de exterminio, en el que pagaran --muchos, con su propia vida-- por su doble condición de parásitos sociales y de enemigos de la Patria. La leprosería de la Isla de San Simón (Pontevedra) fue el lugar escogido para encerrar a este colectivo.
Esta cárcel redondelana tuvo tres épocas bien definidas, desde su inicio como centro de represión franquista en agosto de 1936 hasta su cierre, en marzo de 1943. En el primer periodo, hasta abril de 1937, y aprovechando las instalaciones de este antiguo convento y lazareto se instaló en las primeras semanas de la guerra una especie de cárcel provisional para presos gubernativos que aún no habían sido encausados por la jurisdicción militar, con el propósito en muchos casos de sacarlos, bien entrada la noche, y conducirlos a juicios militares o directamente asesinarlos. En esa época, muchos de los detenidos de San Simón fueron víctimas de sacas organizadas por elementos de Falange y por los llamados "cívicos", y ejecutados en las cunetas de las carreteras y ante los muros de los cementerios. Según testimonios, el director de San Simón y de las prisiones de Pontevedra, Lago Búa, y el médico forense Bustelo, fueron responsables, junto con el teniente Rodríguez de la Guardia Civil, de muchos "paseos" (ver http://www.asturiasrepublicana.com/libertad15-pon3.html). El segundo periodo se produjo al derrumbarse los frentes del Norte, por lo que muchos prisioneros fueron conducidos (por ejemplo, desde el barco-prisión "Upo Mendi", o desde el campo de Camposancos) a esta cárcel provisional en funciones de campo de concentración, para ser directamente asesinados ("ejecutados") tras su llegada a la isla. Así y tras la caída del frente de Asturias, se llegó a una pronta masificación al coincidir simultáneamente más de 2.500 presos en la isla, en terribles condiciones de hacinamiento. Hubo muchas muertes por enfermedades por la falta de higiene y el hambre.Por último, desde el fin de la guerra a marzo de 1943, fue una época en la que concentró a los presos mayores de sesenta años de edad, alguno de hasta más de 80 años, trasladando a centenares de ellos desde todas partes de España. La isla no estaba tan masificada, con entre 600 y 700 presos, aunque con un número de muertos muy elevado. Sólo en 1941, conocido como el "ano da fame", fallecieron 250 personas en San Simón. El 12 de Febrero de 1943, coincidiendo con el principio del fin de la Alemania Nazi, se evacua la isla de "despojos humanos", mediante decreto de Franco en el que se posibilitaba que los reos pudieran escoger destino penitenciario. por decreto de 17 de Diciembre de 1943. Por su edad y por las penosas condiciones físicas a las que habían sido conducidos, 274 septuagenarios pudieron ir libremente a morir a sus casas, como antes lo hicieron en la isla miles de republicanos y antifranquistas allí fueron asesinados.
Para ampliar toda esta información, vease el trabajo de los investigadores Gonzalo Amoedo y Roberto Gil Moure, "Episodios de terror durante la Guerra Civil na provinciade Pontevedra. A illa San Simón" en Edicións Xerais de Galicia, S.A. Gran parte de las imágenes de esta entrada proceden de la página "Año de la Memoria" de la Consellería de Cultura de la Xunta de Galicia http://213.60.252.101/memoria/ga/web/notic.php?idc=1
Traslado de presos en barca a la Prisión de la Isla de San Simón.
Traslado de un grupo de presos desde el Hogar Méndez Núñez hasta la prisión de San Simón.
Presos ancianos frente a un pabellón de la prisión de la Isla de San Simón
Presos ancianos en las rocas de la Isla de San Simón.